Los seres humanos generalmente usan la noche para dormir, recuperar energía y así en el día cumplir con cada una de las actividades que tienen agendadas. Sin embargo, algunas personas llegan a presentar insomnio, un problema que se puede asociar con el estrés y malos hábitos de vida que, con el tiempo, desencadenarían en algunas enfermedades, asegura Mayo Clinic.

Esta entidad estadounidense añade que, según la edad del individuo, hay una cantidad promedio de horas de sueño que se deberían cumplir para que el organismo logre descansar.

En el caso de los bebés de cuatro a 12 meses son 12 a 16 horas por cada 24 horas; los niños de uno a dos años de 11 a 14 horas; los de tres a cinco años de 10 a 13 horas; los menores de seis a 12 años entre nueve a 12 horas; los adolescentes de 13 a 18 años de ocho a 10 horas; y los adultos siete horas.

Cualquier persona, sin importar la edad, puede sufrir de insomnio, es decir, despertarse una o varias veces en la noche y no conciliar el sueño nuevamente.

Consejos para conciliar el sueño

Javier Puertas, vicepresidente de la Sociedad Española del Sueño (SES), le dijo al portal de internet CuídatePlus que “al inicio del sueño estamos mucho más cansados, por lo que nos cuesta menos dormir que cuando nos desvelamos en mitad de la noche. Y es que, cuando se produce el desvelo han pasado varias horas de sueño profundo por lo que la sensación de sueño y cansancio es mucho menor”.

Igualmente, aseguró que es importante “desmitificar que dormir del tirón y de una vez es la única forma de dormir y de descansar, lo habitual es que la gente duerma en dos periodos durante la noche”, asimismo, mencionó que el problema no es el “por qué me despierto” sino el “por qué no me vuelvo a dormir”.

Para enfrentar el problema del desvelo, María García, psicóloga de Blua de Sanitas, manifestó que “lo primero que hay que hacer es no angustiarse. A muchas personas les ocurre que al despertarse se frustran porque ‘catastrofizan’ el hecho de no dormir del tirón y se angustian por el sueño, lo que hace que duerman peor y tengan más despertares”.

La persona que no logra dormirse de nuevo puede poner en práctica llevar sus pensamientos a momentos tranquilos como un viaje que se realizó, además, usar la respiración abdominal o contar hasta que se concilie el sueño.

Si esto no funciona, puede levantarse a leer un libro y tomar un vaso de leche o un té de valeriana, pues estas bebidas intervienen “en el estado de ánimo y en los niveles de melatonina para que durmamos mejor”, dice García.

Por Karen Castañeda

 

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