Las derrotas contra el PSG y el Real Madrid en las que se enterraron en una semana trágica las dos últimas opciones de título de este curso dejó debates futbolísticos en abierto, que van mucho más allá de la expulsión de Ronald Araujo y el atraco de dimensiones mastodónticas perpetrado por Soto Grado y el VAR en el Santiago Bernabéu.
A toro pasado y visto lo visto, es pertinente plantearse si las alineaciones del Barça se hicieron basándose en la meritocracia o a los galones que supuestamente tienen otorgados determinados futbolistas. La duda es pertinente. Surge observando el estado físico expuesto por el bueno de Pedri, que está sin ritmo tras su último percance, y lo que aportó Frenkie de Jong hasta que cayó lesionado el domingo por un esguince muy feo que lo dejará KO lo que resta de temporada.
El debate de fondo es muy cruyffista: cantera (aquí no hay dudas con Lamine Yamal o Cubarsí) o ‘vacas sagradas’ cuando llega la hora de la verdad.
Y el gran perjudicado de la semana negra apunta a Fermín López, un talento puro de 20 años que siempre da la cara y que no se arruga en escenarios muy adversos, como ya había demostrado en el Metropolitano. Con él, el Barça juega mejor y con más criterio… además de aportar intensidad y pundonor, como hace su paisano Gavi.
‘Ferminho’ solo estuvo en campo ocho minutos contra el PSG y aprovechó sus 45 en el Bernabéu para marcar ¡su séptimo! tanto de la temporada. Mirándolo en perspectiva y por comparación son dos más de los que ha hecho Gündogan o, si lo prefieren, la suma de las dianas firmadas en este curso por otros tres centrocampistas De Jong (lleva dos y no podrá marcar ninguno más), Pedri (otros dos) y el incombustible Sergi Roberto (con tres).
