El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, ha abierto con una llamada a la desescalada y la “contención máxima” la sesión de emergencia celebrada este domingo en el Consejo de Seguridad a petición de Israel para abordar el ataque lanzado la víspera por Irán.
“Es el momento de apaciguar y desescalar. Es el momento de contención máxima”, ha dicho el portugués. “Es vital evitar cualquier acción que pueda llevar a grandes enfrentamientos militares en múltiples frentes en Oriente Próximo”.
Guterres ha reiterado también su mensaje del sábado por la noche, en el que ya condenó “con contundencia” y como una “seria escalada” el “ataque a gran escala lanzado por la República Islámica de Irán contra Israel”. También ha recordado la denuncia que elevó al Consejo Irán por el ataque a su consulado en Damasco, en Siria, el 1 de abril.
Mensaje a Teherán y Tel Aviv
En ese contexto el luso ha lanzado un mensaje que va tanto a Teherán como a Tel Aviv. Porque Guterres ha recordado que “el principio de inviolabilidad de instalaciones y personal diplomáticos y consulares debe respetarse en todos los casos de acuerdo con el derecho internacional”, pero también ha apuntado a la Declaración de relaciones de amistad y cooperación de 1970 para recordar que “actos de represalia con uso de fuerza están prohibidos por el derecho internacional”.
“Es hora de alejarnos del abismo”, ha dicho Guterres, que ha denunciado que “la gente de la región confronta el peligro real de un devastador conflicto a plena escala” y ha recordado que “los civiles ya están llevándole lo peor y pagando el más alto precio”.
Más información (Auto)
El secretario general ha apelado a la “responsabilidad compartida» para «asegurar un alto el fuego humanitario inmediato en Gaza, la liberación incondicional de todos los rehenes y la entrega sin impedimentos de ayuda humanitaria”. Ha apuntado igualmente a esa “responsabilidad compartida” para hablar de “detener la violencia en Cisjordania ocupada, desescalar la situación en la Línea Azul (que separa Israel del Líbano y los Altos del Golán) y restablecer la navegación segura en el Mar rojo”.
“Tenemos responsabilidad compartida de trabajar para la paz”, ha concluido. “La paz y la seguridad regionales, y de hecho globales, están siendo minadas cada hora. Ni la región ni el mundo se pueden permitir más guerra”.
