Ilkay Gündogan necesita retos para motivarse y huye de manterse en la zona de confort en la que podría estar instalado desde hace temporadas. Es un ganador y los ganadores nunca se cansan de serlo, pero necesitan, además, que ganar no sea fácil para disfrutar del éxito en toda su dimensión. Por eso dejó el Manchester City para firmar por el Barça, que nada tiene que ver con el de hace diez años. Y eso suponía un reto al que no podía negarse.

Más información (Auto)

100681125

También por esa mentalidad inconformista, Gündogan selló su firma en un contrato de solo dos años de duración. Esta es su primera temporada y la siguiente, en principio, debería ser la última, aunque eso ya se verá porque el futbolista está muy adaptado a la ciudad, tanto él como su familia. Además, el contrato también prevé un tercer año opcional. Ilkay está centrado en el presente más inmediato, pero ya planifica su futuro una vez haya colgado las botas. Y lo tiene muy claro: quiere ser entrenador.

«Sí, para ser sincero, sí»

Podría decirse, de hecho, que ya ejerce como tal sobre el césped. Bromeamos cuando le cuestionamos la posibilidad que, ya que Xavi se va, ejerza de técnico-jugador: «Aún no me han preguntado, pero veremos. Si pasa, no podré jugar tantos partidos la próxima temporada», asegura sonriendo. Ya más en serio, confirma que los banquillos le esperan: «Sí, para ser sincero, un poco sí».

Además, expone su idea con argumentos de peso: «Estaría loco si no pensara en ello porque soy un privilegiado y he tenido entrenadores extraordinarios a lo largo de mi carrera. Y he aprendido de cada uno de ellos». Así es porque Gündogan ha sido dirigido por técnicos como Tuchel, Jürgen Klopp, Pep Guardiola o ahora Xavi. Además de otros como Flick o Nagelsmann con quienes ha compartido vestuario en la selección alemana. Todos ellos tienen su particular forma de entender el fútbol y de todos ellos ha aprendido alguna cosa.

«En algunos temas trabajan de forma similar, pero en otros diferente y eso es mejor para mí porque he conocido formas distintas de afrontar problemas parecidos. Definitivamente sí, puedo imaginarme haciendo de entrenador en la banda cuando acabe mi carrera como futbolista«. Lo que no es necesario preguntar es qué estilo de juego impondrá en sus equipos porque lo deja absolutamente meridiano durante la entrevista.

 

Facebook Comments