El crimen de la Guardia Urbana, cometido la noche del 1 de mayo de 2017, se ha convertido en uno de los homicidios más sonados en los últimos años, debido al triángulo amoroso, al calcinamiento del cuerpo de un hombre, y todo ello entre agentes de policía.
Rosa Peral fue condenada a 25 años de prisión por asesinar a Pedro Rodríguez, agente de la Guardia Urbana y su pareja. No solamente está ella involucrada en el homicidio, y es que Albert López, el amante de esta, también fue condenado a 20 años de cárcel.
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Tal y como dicta la sentencia, ambos «trazaron un plan con el fin de quitar la vida a la víctima, decidiendo finalmente ponerlo en marcha la noche del 1 al 2 de mayo de 2017″. Aun así, la exagente policial fue condenada a 5 años más porque se le aplicó la agravante de parentesco al delito de asesinato, ya que mantenía una relación afectiva con Pedro Rodríguez.
Esta misma semana varios medios de comunicación afirmaron que López había asumido por primera vez el crimen. Sin embargo, el condenado habló con ‘La Vanguardia’ a través de su abogado y «lo ha desmentido todo».
Albert ha asegurado que en las conversaciones que mantiene con el psiquiatra de la cárcel de Quatre Camins reconoció haber encubierto el crimen, y se arrepiente de haberlo ocultado y no haber llamado a la policía. Además, ha seguido manteniendo su versión: ayudó a Peral a deshacerse del cadáver de Pedro y le ayudó a quemar el cuerpo en el maletero del coche.
Además, José Luis Bravo, el abogado de López, ha desmentido que su cliente haya confesado el crimen: «La información es falsa. Albert López me ha asegurado que él nunca ha confesado haber participado en la muerte de Pedro».
