En Brisbane, Australia, una pareja decidió buscar una vivienda para alquilar. Para ello buscó por internet las mejores opciones que se adapten a sus necesidades y también a su economía. Con muy poca oferta en el continente oceánico, los protagonistas de esta historia, según el relato del sitio web Ladbible, pudieron dar en el blanco con un hogar, aunque una fuerte advertencia los hizo retroceder en su intención de firmar el contrato y alojarse en dicho lugar.

Sin conocerse la identidad de la pareja, ni tampoco de quién ofrecía su domicilio en alquiler, los interesados empezaron a recorrer las instalaciones hasta que el hombre, curioso por saber cómo era el interior de un placard, se topó con una pizarra escrita con marcador donde el anterior habitante de la vivienda especificó por qué no deberían alquilarla.

De puño y letra, la persona que alquiló ese lugar en los meses anteriores, escribió todos los puntos débiles de la casa y, como último ítem, alertó sobre los malos tratos del propietario.

En una actitud poco habitual en estos tiempos, el hombre que observó esta advertencia agradeció por redes sociales sobre este aviso y decidió publicar una foto del pizarrón en Reedit, donde se detalla punto por punto los problemas del hogar, como así también la actitud del propietario quien, según lo que se observa, no cumple con lo pactado económicamente.

Moho en el baño.Bisagras de la ventana rotas.El lugar es ruidoso, sin insonorización.Moho y pintura descascarada en el baño dos meses después de mudarnos.Casa infestada de cucarachas.El propietario no respeta la propiedad privada e ingresa cuando no debería.El dueño de esta casa se aprovecha: el alquiler era de 390 dólares antes de mudarnos, ahora cuesta 480 y no arregla nada.Fugas de gas en toda la cocina.

Por último, por si no había quedado claro el objetivo de esta advertencia, el inquilino fue al hueso y le pidió al que esté leyendo ese mensaje que desista por completo el hecho de mudarse a esa propiedad: ¡La peor experiencia de mi vida a la hora de alquilar! ¡Sal de ahí! ¡Corre!”, sostuvo.

Con todos los argumentos sobre la mesa, la pareja acató las órdenes y decidió desistir de la operación. Acto seguido, con el fin de alertar a los habitantes de Brisbane, subió la postal a las redes sociales y generó que varios usuarios comenten sobre esta situación en la cual se sintieron identificados.

“Hay que normalizar estas medidas donde se advierte a los posibles inquilinos. Lamentablemente, dadas las condiciones del mercado actual, este lugar se alquilará nuevamente dentro de una semana”; “Esto es algo que todo inquilino debería hacer”; “El héroe que necesitamos, pero no el héroe que merecemos”; “Buen material. Ojalá sea una lección para el propietario”; “Ojalá alguien hubiera hecho eso en el apartamento anterior que alquilé. El propietario anterior ni siquiera contestaba mis correos electrónicos. Me generó muchos dolores de cabeza y problemas para mi vida personal”, fueron algunos de los comentarios destacados sobre esta historia que se viralizó rápidamente.

 

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