Para mantener una vida sana, los expertos recomiendan llevar un equilibrio entre el tiempo de descanso, el ejercicio y una alimentación balanceada, que incluya una gran variedad de nutrientes y componentes necesarios para el organismo. Al respecto de esto, el huevo es considerado como un superalimento, ya que es rico en proteínas, además de que posee los nueve aminoácidos esenciales, lo que lo convierte en una proteína completa. De todas formas, aparece la duda que cuál es la manera más saludable de prepararlo.

“El huevo de gallina es un alimento altamente proteico y vital que antiguamente se indicaba a las personas convalecientes para facilitar su recuperación. Dos huevos medianos cubren un tercio de las necesidades proteicas diarias”, explican en la revista especializada en alimentos Cuerpo Mente.

Es importante tener en cuenta que además de proporcionar proteínas, el huevo aporta vitaminas A, B1, B2, E, D, K y B12 (indispensable para el sistema nervioso). Asimismo, dos huevos cubren el 68% de las necesidades diarias de vitamina K, el 33% de las de fósforo y selenio, y el 27% de las de hierro. Tan solo carece de hidratos de carbono. Teniendo esto en cuenta, el huevo es bueno para el crecimiento porque fortalece los huesos y los músculos.

Las mejores opciones para consumir el huevo

Según los expertos, hay varias cosas a tener en cuenta a la hora de decidir cómo consumir este superalimento. En primer lugar, como en la clara es donde principalmente se almacenan las proteínas, muchos la consumen de forma aislada en batidos. De todas formas, para que este nutriente sea asimilado completamente en el organismo, es necesario desnaturalizarla para hacerla más digerible. Esto es debido a que la proteína es mucho menos asimilable cuando no está desnaturalizada, es decir, que si se consume huevo sin desnaturalizar o en crudo se pierde una gran cantidad de proteína.

Una de las maneras de desnaturalizar el huevo es en batidos, mezclando las claras junto con otros ingredientes, aunque no es la mejor opción, ya que siguen estando crudas y la asimilación de proteínas seguiría siendo inferior a cuando se somete a calor. Es decir, la mejor manera de asimilar la proteína del huevo es desnaturalizarlo sometiéndolo a calor: cocinándose a la plancha, revuelto o duro.

Entre estas últimas alternativas, hay algunas más saludables que otras:

La mejor opción en este sentido es el huevo duro, que consiste en hervirlo en un recipiente con agua, puesto que es una de las opciones más saludables y que menos calorías tiene. Además, al cocinarse, se evita los riesgos de contagio de la salmonella.Luego, el huevo poché es otra manera saludable de comer este alimento. Para hacerlo, se coloca un recipiente con agua caliente y, cuando esté por hervir, se rompe la cáscara y se coloca el contenido.Además, los huevos revueltos, con un toque de sal y pimienta, es otra de las mejores opciones para comerlos si se quiere que sea más saludable. En estos casos, hay que procurar que se cocine bien la yema para evitar la bacteria. 

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