Gustavo Fernández tenía 45 años y era abogado. Anteanoche, cuando cerraba el portón de su casa de Monte Grande, en Esteban Echeverría, fue interceptado por dos motochorros que intentaron robarle. Él se resistió y forcejeó con uno de los delincuentes. Le dispararon a sangre fría delante de su hijo de cinco años y, como la ambulancia tardó demasiado, fue trasladado por sus vecinos a un hospital, donde murió. Por el homicidio, la policía bonaerense detuvo a dos sospechosos de 16 y 17 años por su presunta participación en el crimen.

Así lo informaron a LA NACION fuentes policiales. En el allanamiento donde fueron detenidos los dos sospechosos, los detectives policiales secuestraron una pistola nueve milímetros con cartucho en la recámara y tres proyectiles en el cargador, que podría haber sido el arma utilizada en el homicidio.

 

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