Que nadie tenga la más mínima duda: el Unicaja ha venido a Belgrado con el único objetivo de ser campeón de Europa. Lo dejó claro este viernes en los primeros 40 minutos de la Final Four de la BCL 2024, con una victoria trabajada y sufrida ante un UCAM Murcia muy serio, que juega un muy buen baloncesto, que está en gran momento, pero que no pudo con el esprint final de los de Ibon Navarro.

Los murcianos fueron mejores en la primera parte, hicieron sufrir al equipo verde, cortocircuitaron su ataque y se lo pusieron muy complicado. Tras el descanso empezaron a entrar los triples y el Unicaja se vino arriba. Remontó y cuando se puso por delante ya fue el de siempre: el que muerde atrás y el que es fiable en ataque.

Sufrido, pero merecido

El Unicaja no falló esta vez. Y eso que los fantasmas del día del Telekom de la cita de Málaga 2023 se dejaron ver en los primeros minutos en el Belgrado Arena. Pero un año después, el equipo demostró tener la lección aprendida, supo jugar con su ansia propia, con los nervios del rival y dominó la escena en un final de partido en el que fue mejor y nadie puede discutir que mereció el billete para la finalísima.

El Unicaja tenía que parecerse al de la Liga. Ser fiel al juego que le ha llevado a la primera plaza de la clasificación en la ACB. En Belgrado se vio a ese Unicaja en el tercer y en el último cuarto, suficiente para ganar a un dignísimo semifinalista.

Will Thomas fue el descartado

El Unicaja ganó al UCAM sin Will Thomas, que fue el descarte de Ibon Navarro. Le tocó a él como le podía haber tocado a cualquier otro compañero. Una decisión tan obligada como dura para Ibon, que tuvo que prescindir de su jugador más veterano y de una pieza fundamental en el engranaje del equipo.

Mención especial y dolorosísima, por cierto, para el paupérrimo ambiente que se vivió en el Belgrado Arena, un pabellón en el que se juegan cada semana partidos de Euroliga ante 20.000 aficionados, pero que estuvo prácticamente vacío este viernes en las dos semifinales. ¡Qué pena! Qué imagen más desalentadora, que hace mucho daño al baloncesto y que permite asegurar que la FIBA se ha equivocado en su elección de la sede de esta F4. Belgrado es una pasada, una ciudad «10» para visitar y creo que también para vivir, pero ni se ha promocionado el evento ni se ha enganchado a los aficionados locales. Y eso se notó con una atmósfera tristísima e impropia de la importancia de lo que estaba en juego.

Mal primer tiempo del Unicaja

El partido arrancó con el UCAM Murcia mucho más acertado. Todorovic hizo daño en la pintura, al Unicaja le faltó ritmo en su juego y tuvo Ibon que parar el partido con 15-7 para los universitarios. Movió el banquillo el vasco, apretó en defensa el Unicaja y pareció recuperarse, 17-15. Pero un 9-0 de los murcianos, en el esprint final del primer cuarto, llevó el marcador a un preocupante 26-15. Demasiados puntos en contra.

Ibon apostó por Carter de «1». El UCAM defendió muy bien el perímetro verde, que no encontró nunca buenas posiciones de tiro. La diferencia se estabilizó en torno a los 10 de desventaja. Rotó y rotó y rotó Ibon en busca de un quinteto en pista fiable, pero sin tiro exterior costó remontar. Todorovic fue un quebradero de cabeza y el partido llegó al descanso cuesta arriba, 40-33… y ¡gracias!

Djedovic abre la lata

Djedovic acertó con dos triples, Kalinoski sumó otro y el equipo se vino arriba, 49-45. Otra vez a tiro de piedra, pero ya solo con 5.34 para llegar al final del tercer cuarto.

Una canasta de Kravish puso al fin por delante al Unicaja, 49-50. El equipo estaba más suelto, jugando con otra actitud, con menos miedo a fallar. Otro triple de Barreiro puso el +3, 53-56. El tercer cuarto se cerró con 55-59 y el equipo en línea ascendente.

Perry fue el que vio aro en el inicio del último parcial. El Unicaja ya sí dominó el marcador. Un triple de Osetkowski después de una buena circulación de balón puso el +9, solo con 4.59 por jugarse. Sito Alonso paró el partido en busca de la reacción de los suyos. Hasta 10 tuvieron los verdes de renta, pero dos triples de Todorovic dieron aire al UCAM, 68-72, dentro ya de los tres últimos minutos. Se acercaron más tras un 2+1 de Sant Roos, 71-72. Kalinoski y Carter sacaron su fusil y el partido se acabó: 74-80

La gloria está a solo 40 minutos. Nunca lo tuvo tan cerca el Unicaja. En su tercera participación en la «Champions de las canastas», los verdes tendrán el domingo el honor de jugar el último partido de la temporada FIBA. El Lenovo Tenerife será su rival en una final a las 20 horas en la que hay sitio para todo el que quiera venir. Una cita para la historia de un club que va a jugar su tercera final en 14 meses: ganó la de la Copa del rey de Badalona, perdió la de la Supercopa Endesa de Murcia y tratará ahora de sumar esta de la BCL. Ojalá.

 

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