En 2007, Madeleine McCann desapareció del apartamento alquilado en Algarve, Portugal, mientras sus padres cenaban fuera con unos amigos. Ahora, la investigación del caso ha tomado un giro inesperado, puesto que uno de los principales testigos por la relación con el sospechoso principal, Christian Bruckner, «se muere de cáncer» tal y como informa ‘Sky News’.
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En este contexto, la policía alemana y británica debe acelerar su trabajo por el crítico estado de salud en el que se encuentra Helge Busching, quien ya declaró en 2017 a la Scotland Yard que fueron buenos amigos cuando se produjo la desaparición y que Bruckner le había «confesado» el secuestro de la niña.
«No lloró cuando la cogió», expresaba entonces. Ahora, nos encontramos en un periodo clave para la investigación, ya que la policía apunta que el caso está cerrado prácticamente al 90%. Durante las vistas orales, Michael Tatschl, también amigo de Brueckner, aseguró que Busching padecía cáncer de intestino: «No le queda mucho tiempo de vida»:
«Cuando hablamos por teléfono hace cuatro días, hablamos de muchas cosas, incluido de su cáncer. Es bastante maligno. Ha recibido su diagnóstico hace apenas un par de meses», explicaba Tatschl. Esto se suma a que el segundo sospechoso y supuesto coautor o cómplice, Ralph H., se encuentra en busca y captura.
