Los profesionales de recursos humanos de una empresa elaboran una serie de filtros para contratar a una persona. Desde el comienzo, al detallar los requisitos para un puesto en particular, los reclutadores tienen en mente qué tipo de postulante podrían adaptarse a dicha oferta y a partir de ahí comienzan con las reconocidas entrevistas para tener un feedback más directo.

Con intereses de las dos partes, tanto reclutadores como postulantes buscarán llevar agua para su molino y así poder completar un proceso que pueda ser satisfactorio para los objetivos de la empresa a la cual se esté representando.

Planteado este escenario, Chris Williams, exjefe de recursos humanos de la empresa Microsoft, creó un espacio en su podcast llamado CLWill y contó algunas de sus experiencias al contratar personal. Una de sus principales aspiraciones era conseguir un empleado “inteligente y apasionado” que pueda adaptarse rápidamente en un grupo de trabajo ensamblado y, a partir de ahí, generar conexiones con otros sectores afines.

“Alguien que pueda sumergirse directamente en cualquier desafío que se le presente. Una persona que aprenderá rápidamente lo que necesita y ayudará a otros compartiendo lo que ha aprendido”, detalló Williams, quien trabajó 7 años y 9 meses en la corporación tecnológica estadounidense, según su perfil de LinkedIn.

A la hora de dar más detalles de cómo él encaraba estos desafíos, Williams explicó que al principio de una entrevista hacía una pregunta clave que iba a definir el futuro de la misma. “Dime algo que hayas aprendido en los últimos días”, deslizó el podcaster, que apuntaba a conocer a las otras personas en profundidad para achicar el margen de error.

“Tal vez hayan aprendido a formatear tablas dinámicas en Excel. Quizás sepa cómo hacer un mejor robot de batalla. Podría ser la historia de un poeta que aman. O cómo enseñar a sus hijos a andar en bicicleta. Tal vez sepa cómo cocinar puerros. He visto a personas hablar sobre los juegos que les encantan y los deportes que acaban de practicar”, ejemplificó Williams sobre este dilema que encierran las entrevistas de trabajo, las cuales pueden cumplir ampliamente las expectativas o, por el contrario, ser completamente insatisfactorias.

Por otra parte, remarcó que la gran virtud de un candidato es cómo se expresa en una entrevista, una condición que a futuro le será fundamental para poder expresar sus ideas o inquietudes. “Un gran comunicador sabrá cómo enmarcar su pasión por el tema. Hará que sea fácil compartir lo que ha aprendido. Su entusiasmo se notará”, aseguró sobre el candidato ideal.

Para culminar su exposición en el podcast, Williams alertó sobre aquellos postulantes que no tengan curiosidad o deseo de incorporar conocimientos y que los pueda limitar a pasar a la siguiente instancia del proceso de selección: “Si encontrás un candidato que te mira sin comprender y dice esencialmente ‘no tengo nada’, tenés un problema. No sucede a menudo, pero la mayoría de las personas tienen algo que han aprendido, algo que pueden compartir”, cerró el protagonista de esta historia, quien se dedica actualmente a la creación de contenidos digitales.

 

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