Prisión preventiva, comunicada y sin fianza para Pablo Muñiz, el hombre que decapitó a su padre tras herirle con arma blanca y perseguirle y antes de acabar pateando su cabeza entre los coches en una rotonda de Ribera de Arriba. El juzgado de instrucción número 3 de Oviedo ha aceptado así la solicitud de la Fiscalía, que apreciaba un riesgo de reiteración delictiva en el parricida.

La comitiva judicial se ha trasladado en la mañana de este jueves hasta el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) para intentar tomar declaración a Pablo Muñiz, una vez se hubiese estabilizado su situación médica después de tres días de ingreso y tratamiento psiquiátrico hospitalario. Hasta ahora, el detenido se había mostrado en un gran estado de agitación y fuera de sí, amenazando de muerte a los agentes de la Guardia Civil que lo custodiaban y gritando «¡Viva España!».

Finalmente, la comitiva judicial se desplazó en la mañana de este jueves al HUCA para intentar que prestase testimonio sobre lo sucedido el reo, que tuvo que ser reducido por la Guardia Civil ante la actitud violenta que mostraba la noche de los hechos, en la que sembró el caos y el terror en la rotonda de RIbera de Arriba, dañando coches que pasaban, exhibiendo la cabeza decapitada o incluso amenazando con el hacha del crimen a conductores.

Al HUCA también acudió un médico forense para evaluar el estado mental del acusado. El movimiento judicial se produce en la jornada en la que podían expirar las 72 horas de límite legal establecido para pasar a disposición judicial o dejar en libertad a un detenido.

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Finalmente, la comitiva judicial pudo tomar declaración al acusado, que se encuentra mucho más tranquilo que en las horas anteriores, según ha podido saber este diario. Tal y como han informado fuentes judiciales, Pablo Muñiz reconoció los macabros hechos y, en base a ello y a un riesgo de reiteración delictiva observado por Fiscalía y Juzgado, se ha establecido la medida de prisión preventiva.

En principio, a falta de que puedan modificarse posteriormente las acusaciones, a Pablo Muñiz se le imputa un delito de asesinato por la muerte de su padre, dos de intento de homicidio por lanzar el hacha contra el coche de sendos conductores, y distintos delitos de lesiones y maltrato.

Así, Pablo Muñiz, el decapitador de Ribera de Arriba, será conducido a la cárcel de Asturias una vez reciba el alta médica del HUCA, donde permanece ingresado y fuertemente custodiado en una habitación fuera de la unidad de Psiquiatría pero bajo los protocolos de tratamiento psiquiátrico.

 

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