El Congreso debatirá una ley para sacar al lobo del listado de especies protegidas (Lespre) al salir ayer adelante la toma en consideración de la proposición que defendió el diputado asturiano del PP Silverio Argüelles. La iniciativa de los populares para rebajar la protección del lobo y corregir «un atropello a nuestros ganaderos» prosperó gracias al apoyo de la derecha nacionalista, PNV y Junts, dos grupos clave en la investidura de Pedro Sánchez y cuyo sentido del voto resulta decisivo, dada la actual composición de fuerzas en la Cámara baja. El PP forzó el debate de la ley para rebajar la protección del lobo al contar con 180 votos a favor, frente a 155 en contra y 7 abstenciones: una aprobación holgada.

Silverio Argüelles (PP) calificó de «mentira» que el lobo esté en peligro al norte del Duero y acusó al Gobierno socialista de «empeñarse en contar al sector que es posible la coexistencia entre lobos y ganaderos». El diputado asturiano lamentó «el sectarismo» del Ministerio de Transición Ecológica por «decir que es lo mismo ser ganadero en los Picos de Europa que en la sierra de Granada y fomentar medidas para «la sobre protección del lobo, que está poniendo contra las cuerdas a nuestros ganaderos». Argüelles tildó de «incomprensible que los muñidores de esta insensatez sean dos asturianos, uno de ellos el exalcalde de un municipio con una importante cabaña extensiva, Hugo Morán, y Jorge Marquínez», a quienes pidió que rectifiquen: «Tienen la oportunidad de hablar con sus compañeros de partido para revertir la situación», conminó el diputado del PP, que puso cifras al impacto del lobo sobre las ganaderías del Noroeste español. «La media son unos 35 ataques al día. En 2023 el lobo mató a más de 14.000 animales. Ahora hay 90 manadas que en 2014 y el año pasado hubo 3.500 ataques más que en 2021, cuando no estaba en el Lespre», expuso Silverio Argüelles, que emplazó al conjunto del hemiciclo a «parar esta sangría» y lanzó la siguiente pregunta al Gobierno de Pedro Sánchez: ¿Cuántos ganaderos más tienen que abandonar su proyecto de vida para que ustedes rectifiquen sus políticas?».

El diputado popular recordó el caso de Kike Huerta, «el joven pastor de los Picos de Europa que tuvo que subirse a un árbol» para escapar de unos lobos a los que trató de ahuyentar tras un ataque a sus cabras; puso como ejemplo del aumento de la presión que sufre la actividad ganadera en extensivo «la reducción de la producción del queso de Cabrales en 20 por ciento. Están en peligro las Denominaciones de Origen Protegido y las IGPs». Y apeló a la lealtad de «los 25 diputados socialistas de Galicia, La Rioja, Asturias, Cantabria y Castilla y León con las reivindicaciones de nuestro medio rural», para pedir su apoyo a esta proposición de ley.

Pero la luz verde para que esta iniciativa pasara el primer filtro del Congreso y pudiera seguir su tramitación parlamentaria llegó de dos socios habituales de Sánchez en esta legislatura, el PNV y Junts. Joseba Andoni Agirretxea (PNV) admitió que «no es un tema sencillo», pero comprometió el apoyo de los diputados del PNV a la iniciativa del PP, «a la que presentaremos enmiendas», avisó, con el argumento de que «se lo debemos a nuestro pastoreo». Reconoció que «el tema del lobo no se ha resuelto bien con la inclusión decretal en el Lespre» y mencionó el daño que las manadas de ese cánido causan «a la indefensa oveja lacha», autóctona de los valles vascos y navarros. «Los pastores están sufriendo», lamentó.

Isidre Gavin i Valls (Junts) despejó al inicio de su intervención que los diputados de Junts, el partido de Carles Puigdemont, votarían a favor de la toma en consideración de la ley para rebajar la protección del lobo. «Es un tema que hay que saber gestionar. La actividad humana en el medio natural está en una situación límite», valoró el parlamentario de Junts, que abogó por «minimizar los daños de la fauna salvaje, estamos ante un problema real que hay que afrontar». Para Gavin i Valls, «es una evidencia que hay que reorientar la política del Ministerio de Transición Ecológica», al que aconsejó «más flexibilidad» y «no tomar medidas unilaterales». Pero el diputado de Junts advirtió al PP que deberán modificar su proposición de ley tramitación parlamentaria porque «con el texto así no lo podremos votar». También sugirió «esperar a que Europa apruebe la reorientación de medidas sobre la protección del lobo».

El diputado Ángel López Maraver confirmó en el hemiciclo el apoyo de Vox a la iniciativa del PP. «Hace dos años ya advertimos que la inclusión del lobo en el LESPRE era una aberración mayúscula», recordó el diputado, que acusó a la ministra «Teresita Roja de vaciar los campos si no deja en paz a la gente». Y deseó que «se marche de una vez», ante el más que previsible salto a la política europea de Teresa Ribera.

El vasco Daniel Senderos Oraá fue el encargado de rebatir la iniciativa del PP desde la bancada socialista. «Se lo decimos una vez más. Apostamos por la coexistencia del lobo y los ganaderos que en Francia y Alemania está dando buenos resultados. Nosotros buscamos soluciones de verdad, no como el PP, que cuanto peor, mejor para ellos. Ustedes son expertos en embarrar la política», sostuvo el diputado socialista, recalcando que esa «coexistencia entre ganado en extensivo y lobo supone un nuevo enfoque en el modelo de gestión». Teresa Jordà y Roura, del Grupo Parlamentario Republicano (ERC) y Julia Boada, del Grupo Plurinacional Sumar, anunciaron el voto en contra de la propuesta del PP. Jordà defendió el papel del lobo como «principal depredador del jabalí». Boada destacó «los 20 millones en ayudas del Gobierno central por los daños a cabaña ganadera» como fórmula para «una convivencia natural».

Las asociaciones del mundo rural, «ilusionadas» porque «se corrige una chapuza»

El debate en el Congreso tuvo como testigos a representantes del mundo rural en la tribuna de invitados, que se mostraron «ilusionados», incluso antes de que tuviera lugar la votación, pues daban por hecha la aprobación de la iniciativa. «Sale adelante», destacó Ramón Artime, presidente de ASAJA Asturias. «Volvemos muy contentos», comentó Mercedes Cruzado, secretaria general de COAG Asturias. «Estamos muy ilusionados en que se corrija lo que fue una chapuza muy gorda. Para incluir al lobo en el Lespre no se escuchó al sector, sólo a los ecologistas y a algunas comunidades autónomas que nunca tuvieron ni un lobo. Ahora parece que se nos escucha», manifestó Cruzado.

Fernando Marrón, de USAGA, también tuvo que ir a tomar el avión antes de una votación que, en su opinión, «sería un cambio importante para los ganaderos asturianos, ya que nos devuelve algo que no debía haber pasado. La inclusión en el Lespre fue mala para el lobo como especie. Nadie habla de erradicarlo, pero sí de controlarlo porque vivir en el territorio se ha convertido en imposible».

 

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