Jorge Martínez no para. Compagina la gestión de la Academia M3 de Madrid con el entrenamiento de las mejores parejas del mundo. Además, comenta en la televisión los partidos en los que no juegan sus pupilos. Todo lo hace bien. Y siempre encuentra hueco para atender a los medios de comunicación cuando se lo requieren. Después de ver desde el banquillo el estreno de la nueva pareja Alejandro Galán-Fede Chingotto en Puerto Cabello y de alzar el primer título del curso junto a Bea González y Delfi Brea, viaja a Estados Unidos para participar en la Pro Padel League. Sin tiempo para pasar por el complejo Ultra Club Miami, atiende a Sport des del hall de su hotel.

Tiene que estar contento con el trabajo de los suyos.

Pues sí. Muy contentos de ganar con Delfi y Bea. Es verdad que es un P2 pero solo por los  premios y los puntos. El nivel era el mismo sin Paula y Ari. Y la sensación de juego ha sido mucho mejor que en los otros tres torneos. Estamos cerca de la versión que queremos tener. Hicimos la final en Ryad pero porque compitieron bien. No jugaron bien. El nivel te pone en tu sitio. Nos dimos cuenta que estábamos lejos. En Venezuela, hemos recuperado el nivel. Y en una semana difícil.

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Ha sido un torneo muy complicado, ¿no? Lluvia, parones, virus…

Si.. por qué ya es un sitio difícil de llegar por el transporte. Y, después, por lo que ha pasado con el tema de la alimentación. No es culpa de nadie, son cosas que pasan. No sabemos si fue una intoxicación o un virus. O las dos cosas. Es mala suerte, no es cosa de la organización. Hemos estado con dietas muy restringidas y sin grandes alegrías. Y eso es complicado.

Han sido semanas de muchas emociones con la ruptura de Juan Lebrón y Alejandro Galán.

Personalmente, lo sentí mucho en la final de Acapulco. Lo habíamos gestionado muy bien durante todo el torneo pero antes de la final yo me di cuenta que se acababa. Que poníamos el punto y final a una etapa muy larga, con muchos éxitos, de muchas vivencias.   Para mí, que ya soy mayor, fue un tema muy emocional. Para mi, se acabó justo antes de la final. Y nos costó gestionarlo a los tres. Además, Tapia y Coello fueron muy superiores. Se acaba una etapa y empieza otra. 

Ha contado que su ruptura fue como si le quitaran un regalo de reyes. 

Tal cual y así se lo hice saber a los dos. Por qué superamos esa parte de incertidumbre y pasó todo lo de Doha y eso desembocó en la decisión de Ale. Con Juan hemos hablado durante el torneo. La relación es muy buena. De los tres. Nos queremos mucho. Pero ahora está en otro banquillo y es difícil. La relación profesional no es la misma, claro. Estamos en otros equipos. Pero, a nivel personal hay mucho cariño y mucho respeto. 

Chingotto decía que se tiene que adaptar más Alejandro Galán a él que él a Galán. 

Un poco de los dos. Chingotto puede hacer cosas un poco distintas. Pero quien más cambia su manera de jugar es Ale. Tampoco demasiado. Chingo quizás cierra mejor la red y le da más volumen atrás. Juan le daba un poco más de manejo y algo de definición. Pero tampoco tanto. A Juan, después de la lesión, le desapareció la definición. La adaptación de la pareja ha sido muy rápida. El carácter de Chingotto y su predisposición hace que las cosas vayan muy fluidas. Más allá de llegar a la final. Su carácter hace que las cosas sean muy sencillas. No hay demasiadas tensiones y hay mucha colaboración con las tres partes. Hay fluidez y les he podido acompañar con facilidad. 

¿Ale necesitaba un carácter menos volcánico como el de Chingotto?

Totalmente. No creo que la separación de Ale y Juan sea un tema puramente deportivo. Se produce porqué hay otros factores que hace que se agote. La convivencia, la convivencia durante el partido. Llevaban muchos años y hay un momento en que esto se colapsa. Ese ha sido el motivo. Y con Chingotto es otra forma de relacionarse y comunicarse. Esto le va bien a Ale. Ha eliminado esa tensión y empieza una etapa con mucha ilusión. 

Qué Coello elogie a la nueva pareja después de ganar la final, ¿cómo se recibe?

Bueno… lo que dicen nuestros rivales lo apreciamos. Y además…si son comentarios positivos. Pero, no nos influyen en nada. Ellos están en un momento muy bueno y entendemos que están en posición de elogiar al resto. Pero si hubieran dicho que somos un desastre no nos hubiera afectado (ríe). Lo están haciendo muy bien. A nivel deportivo y humano. Aspiran al máximo pero nosotros también y para eso trabajaremos. 

¿Se ha comido mucho la cabeza para encajar los juegos de Chingotto y Galán?

No, en realidad no. El trabajo es muy colaborativo. No se planta nadie. De momento, se construye entre los tres. Analizamos fortalezas y debilidades. Y se plantea el partido así. Y como pasa en todos los deportes… los que son buenos se entienden enseguida. No hay muchos caminos alternativos. Todos sabemos lo que aporta cada uno e iremos puliendo. El juego que han desarrollado en este primer torneo es muy bueno ya. En algunos momentos, han alcanzado un nivel espectacular. Y eso que estaban mermados por el tema de la alimentación. La dieta había sido muy estricta. Me dieron muestra que pueden ofrecer un grandísimo nivel.

 

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