El Real Madrid superó el incómodo encuentro frente al Mallorca con más fortuna que fútbol. Un rebote en Morlanes a disparo de Tchouaméni le permitió sumar los tres puntos.
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Modric y Vinicius, que entró desde el banquillo, se salvaron de la quema en un equipo muy espeso. Ancelotti fue conservador en la recta final y estuvo a punto de costarle la victoria con un fallo de Lunin que Muriqi no supo aprovechar a puerta vacía en el minuto 94.
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