En un contexto adverso para la macroeconomía en 2023, caracterizado por las elecciones, el cepo y la brecha cambiaria, la economía del conocimiento mostró un crecimiento “atípico” para el sector, según el último informe de Argencon, la entidad que nuclea a compañías prestadoras de estos servicios

En este sentido, los datos arrojaron para el cierre del año pasado que el sector creció en la Argentina 2,9% en exportaciones anuales y llegó a los US$8104 millones, aunque también se observó una desaceleración en el ritmo del desarrollo comparado con 2022, cuando la variación interanual fue de 18,8%.

Esto se dio en un “año muy malo de la macroeconomía, donde todas las variables se movieron con una turbulencia enorme y un ambiente hostil para los negocios exportadores”, según sostuvo Luis Galeazzi, director ejecutivo de Argencon, quien enfatizó que “este crecimiento hay que valorarlo, porque se dio en un ambiente complicado”.

Cabe destacar que el comportamiento fue distinto dependiendo del sector del que se trate: los servicios profesionales, por ejemplo, mantuvieron un crecimiento sostenido, con un incremento anual de 9,2%, si bien también representó una baja respecto del período anterior (20,4%); los servicios informáticos, en cambio, cayeron 6,8% interanual, cuando en 2022 habían experimentado un crecimiento de 19,5%.

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La diferencia se explica por sus modalidades distintas, ya que los primeros se exportan dentro de las propias compañías, es decir, de filiales argentinas a sus casas matrices, mientras que los informáticos son contratos con terceros, que implica un mayor impacto e incertidumbre del contexto económico en el que se insertan.

Uno de los factores que repercutió en la caída en el rubro de la informática fue el crecimiento de la inflación en Estados Unidos, el mayor mercado del segmento, que llevó al aumento de la tasas. Así, los negocios que eran rentables a bajas tasas, como el desarrollo tecnológico, dejaron de ser atractivos, y eso generó una retracción del sector como consecuencia de la caída de la demanda. Esto se sumó al efecto de la brecha cambiaria de 2023, que, como contó Ángel Pérez Puletti, CEO de Baufest, provocó que muchos profesionales se pasaran al formato freelance no registrado.

Por otro lado, en el segundo trimestre de 2023, el empleo formal en la economía del conocimiento totalizó 494.000 puestos, que representó el 7,4% del empleo privado nacional, con un incremento interanual de 3,6%.

Y pese a la retracción en las exportaciones, los servicios informáticos alcanzaron 142.000 empleos, 4,7% más que en igual trimestre de 2022. Los servicios profesionales, por su parte, incrementaron 3,4%, y totalizaron 343.000 empleos.

Los especialistas también hicieron referencia a la fuga de talentos y cómo fue la reacción con el cambio de Gobierno, luego de que durante el período electoral la entidad presentara el Plan Federal de Economía del Conocimiento. En este contexto, explicaron que la salida de empleo formal hacia el mercado freelance fue muy fuerte tras la pandemia, y llegó al 40%. En 2022 esto se empezó a atemperar, y eso se mantuvo durante el año pasado. “Estamos en niveles altos, pero no tan graves como en 2021. El fenómeno sigue existiendo, pero sin el nivel de gravedad de la pospandemia”, detallaron.

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En este aspecto, Galeazzi contó que se estima una pérdida de US$2000 millones por la fuga de talentos, lo que representa un número entre 20.000 y 25.000 empleos directos, y otro tanto part-time, y abarca a los dos sectores con más peso (informático y profesional).

En cuanto a las expectativas para este año, la encuesta realizada por Argencon mostró que la mayoría espera, si prosperan los objetivos del plan económico, que el empleo del sector y las exportaciones crezcan por encima del 10%.

Para esto, apuntan a la normalización del mercado de cambios, pero también a que se posibilite el pago de los salarios en dólares (hoy solo se permite esto para el 20% del sueldo). “Los resultados confirman que, a partir de la eliminación del cepo cambiario, la estabilización del tipo de cambio, la simplificación de regulaciones y las reformas anunciadas en el mercado laboral, la economía del conocimiento tendrá una significativa mejora en su capacidad competitiva internacional, lo que redundaría en un aumento del empleo y de las exportaciones superior al registrado en los últimos años”, concluye el informe.

“Todos los satélites y planetas se están alineando, y creo que hay una posibilidad de continuar el crecimiento del sector a una mayor velocidad que la de otros años, por lo que las expectativas son positivas, y diría que crecientes. Después de haber pasado un año muy difícil, seguimos optimistas respecto del futuro”, cerró Galeazzi.

 

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