En una hazaña sin precedentes, tres rusos lograron establecer un récord mundial al lanzarse en paracaídas desde la estratosfera de la Tierra hasta el Polo Norte la semana pasada. Mikhail Korniyenko, Alexander Lynnik y Denis Yefremov se aventuraron desde un avión Ilyushin-76 a una altura de 10.500 metros, desafiando temperaturas extremas y condiciones climáticas adversas.

A pesar de los desafíos, el trío pasó aproximadamente dos minutos y medio en caída libre antes de abrir sus paracaídas a mil metros del suelo. El descenso fue capturado en un video, pero no estuvo exento de riesgos. A pesar de usar máscaras térmicas, los tres sufrieron algunas congelaciones en las mejillas debido a las temperaturas que descendían a -50 grados Celsius, aunque se sentían como -70 grados Celsius a causa de la velocidad.

Después de aterrizar cerca de la base polar Barneo de Rusia, los paracaidistas pudieron poner en funcionamiento un servidor utilizando generadores diésel y establecer una conexión con un satélite. Este sistema experimental de comunicaciones, aunque en fase de prototipo, marca un hito en la exploración del Ártico y abre la puerta a nuevas posibilidades en la región.

La importancia de las comunicaciones en el Ártico ha ido en aumento a medida que naciones como Rusia, Estados Unidos y China compiten por recursos, rutas comerciales y ventajas militares en la región. Aunque el sistema ruso aún no se compara con el de empresas como Iridium Communications Inc., este logro representa un avance significativo en la búsqueda de soluciones de comunicación accesibles en el extremo norte del planeta.

“Este logro marca un pequeño paso hacia adelante en la dirección de establecer una solución de bajo costo para obtener acceso desde una computadora a un satélite”, comentó Nikita Tsaplin, cofundador y director gerente del proveedor de hosting ruso RUVDS, quien organizó la expedición.

 

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