Mika Faye es una de las joyas del FC Barcelona. Su fichaje por 1,5 millones de este verano está resultando un gran acierto y el Barça lo valora como un futbolista que está preparado para subir al primer equipo.
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Al cambiar su estatus dentro del club, su ficha debe ajustar. El jugador firmó hasta el 2027 y tiene una cláusula de rescisión de 400 millones de euros. Su salario es importante dentro de la plantilla del Barça Atlètic, pero ahora se debe mejorar.
El Barça está interesado en dejar satisfecho al jugador y evitar así que pueda plantearse una salida ante las grandes ofertas que está recibiendo. Equipos de la entidad del Manchester United, Inter, Juventus o Bayer Leverkusen han llamado a su puerta.
El papel de Miquel Olmo
Ante esta situación, los representantes del futbolista se reunieron con Deco en las últimas horas. Uno de los ejecutivos de la empresa de representación de Faye es Miquel Olmo, padre de Dani Olmo. Ello llevó a la confusión de pensar que el Barça quería fichar al futbolista del Leipzig.
Nada más lejos de la realidad. Miquel Olmo ejerce de director deportivo de Niagara Sports, la compañía que dirige Juanma López en España y que tiene a Andy Bara como representante del área croata.
Andy Bara apostó por el senegalés desde que se incorporó al NK Kustosija de la segunda división de Croacia. El Barça estuvo rápido cuando recibió el ofrecimiento para fichar el jugador tras recopilar algunos informes de la secretaría técnica.
Fijo para Rafa Márquez
Faye se ha consolidado en el filial de Rafa Márquez y su protagonismo en el primer equipo puede ser importante si se confirma que el mexicano será el relevo de Xavi Hernández en el primer equipo.
Márquez conoce al dedillo a Faye, un central zurdo potente y rápido de 19 años, que sería el complemento ideal a Iñigo Martínez en el flanco izquierdo de la zaga.
Su incorporación al primer equipo puede llevar a que el Barça recupere a Chadi Riad, del Betis, pero para venderlo y hacer caja con el internacional marroquí.
