Si tenés una perrita salchicha embarazada en tu casa, conviene que sepas que, al igual que la mayoría de otras razas, su estado se extenderá por aproximadamente entre 63 y 65 días, es decir, alrededor de dos meses hasta que dé a luz a sus cachorritos. Igualmente, en algunos casos, esto puede suceder unos días antes o después.

Las nueve semanas de embarazo de las perras Dachshund se agrupan en un ciclo de siete etapas en las que se producen diferentes cambios. En la primera semana, es posible que la perrita tenga náuseas y vómitos, aunque no es un síntoma que les suceda a todas por igual. Lo que sí pasará es que vas a ver un flujo vaginal rosado –que sólo aparece en el embarazo- que jamás debe ser verde, negro o con sangre. En estos casos, se debe llamar inmediatamente al veterinario para que determine el problema que, entre otras causas, puede haber sucedido durante el apareamiento.

Entre las semanas dos y tres, el óvulo fertilizado se fijará a la pared del útero y cada embrión iniciará su camino de desarrollo. Durante este período la perrita puede volverse más cariñosa con sus dueños, pero más arisca con otros perros. Además, los pezones se vuelven más prominentes ya preparándose para amamantar.

Para la semana cuatro, el flujo tiende a cambiar de color y volverse transparente. En esta etapa es conveniente visitar al veterinario para que, a través de una ecografía, pueda ver la evolución del crecimiento de los cachorros. A esta altura, cada uno mide alrededor de 1,5 centímetros y la espalda y los ojos se empiezan a desarrollar.

Respecto de la alimentación, la perrita embarazada necesitará comer un 50% más que lo habitual. A partir de esta etapa, conviene cambiar a un alimento más rico en proteínas para favorecer la nutrición de la salchicha y de sus cachorros, a los que solo les queda un mes para nacer.

Entre las semanas cinco y seis, el vientre de la perra se pondrá cada vez más abultado y los signos de embarazo serán más evidentes. Mientras tanto, los fetos aumentarán su peso en un 75%. A su vez, la alimentación debe ser más frecuente: en lugar de pocas comidas abundantes, es preferible darle raciones más pequeñas pero más regulares.

A medida que avanza la gestación, es importante que la perra salchicha disponga de un ambiente tranquilo y cómodo donde pueda descansar adecuadamente. Es fundamental proporcionarle un espacio limpio y seguro, lejos de fuentes de estrés o peligros potenciales que puedan afectar su bienestar.

Durante la semana siete, resulta conveniente desparasitar a la perrita para evitar que infecte a sus cachorros. Por otro lado, debido a que el aumento de peso es cada vez mayor, se debe volver a la alimentación normal para evitar el sobrepeso. Además, la salchicha preñada cambiará el pelo de su vientre, algo completamente esperable.

Para la semana ocho, la perra comenzará a preparar el nido en el que nacerán los cachorros a los que ya se puede ver moviéndose dentro del vientre. Puede suceder que el alumbramiento se adelante, aunque no es demasiado probable.

La última etapa es la del parto. La perrita ya casi no se mueve de su nido y necesita que la alimentes a demanda. Para estar atento a la fecha deberás controlar las contracciones y el flujo vaginal que marcarán el tiempo que resta para el nacimiento. En general, durante el día anterior al parto, la perra no tiene interés por la comida. La preparación implica contar con toallas limpias y un nido aparte con una manta eléctrica para los cachorros que, en promedio, suelen ser entre uno y seis para las razas de tamaño normal y entre uno y cuatro en el caso de los perros salchicha miniatura.

Durante el alumbramiento, lo primero que se verá es la bolsa gris que contiene a los cachorros, es posible que la perra la muerda para romperla. El nacimiento, entonces, es inminente. La primera cría, en general, es la más difícil de parir, el resto suele salir sin demasiado esfuerzo.

 

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