“Estamos presenciando una auténtica revolución tecnológica cuyos alcances trascienden nuestras expectativas actuales. Un ejemplo reciente es Sora, un novedoso sistema de inteligencia artificial capaz de generar videos a partir de comandos textuales”, explica Ashesh Badani, vicepresidente senior y director de productos de Red Hat, en conversación con LA NACION. Esta firma cuenta con una herramienta llamada Red Hat Ansible Automation Platform, que sirve para la automatización de la red y la infraestructura tecnológica de las empresas. “Lo que observamos en las organizaciones que adoptan estos recursos es que sus ingenieros y profesionales de operaciones de TI comienzan a abordar otras tareas, como el soporte al cliente, así es como pueden ofrecer un servicio más personalizado y enfocado”, señala Badani. Desde consultorios médicos hasta fábricas y oficinas, la implementación de la automatización asistida por inteligencia artificial (IA) está transformando diversos ámbitos laborales.

Por ejemplo, la firma NaranjaX adoptó el marketing automation. Se trata de un conjunto de tecnologías que automatizan procesos de marketing digital. “De esta manera, las comunicaciones se activan a través de señales e intenciones detectadas del cliente, o cuando predecimos a través de modelos de analítica avanzada alguna necesidad particular con el objetivo de personalizar experiencias”, explica Mónica Martínez, Head of Marketing Innovation en esta firma. Y ejemplifica: “Cuando un usuario intenta crear su cuenta por primera vez en nuestra app y, por alguna razón, no lo logra, detectamos el instante exacto en el que dejó de avanzar para acercarle la información que necesita en ese momento. Por caso, si la fricción se dio al tomarse la foto para validar su identidad, inmediatamente le acercamos tips para tomar la foto correctamente. Gracias a este circuito automático de comunicaciones recuperamos un 60% de los usuarios que por alguna razón no pueden avanzar solos hasta llegar al onboarding exitoso”, agrega.

La ejecutiva explica que la automatización les permite una comunicación atemporal, donde el mail o la notificación se envían cuando el cliente necesita recibir la información, y el contenido es relevante, porque responde a un momento específico en el que se encuentra. “Antes todo el proceso era manual, como entender cuántos clientes nuevos adquirimos, subir la base de audiencia a una plataforma de envíos -con el riesgo que implica manejar bases de datos a mano-, maquetar y programar la salida. Respecto de los tiempos de optimización, anteriormente el envío se realizaba cuando la persona responsable estaba en su computadora y le llevaba, al menos, medio día”. Según detalla, este proceso tomaba tiempo y riesgos. “A partir de esta implementación, hoy el colaborador no dedica espacio a tareas operativas. y puede tener un rol más estratégico. Es decir, no invierte tiempo armando una base de datos o maquetando envíos a mano todos los días, y ahora aprovecha para detectar oportunidades de acercar contenido relevante, promociones a clientes que las están necesitando y en tiempo real”, dice.

Del profesional independiente a la corporación

Emilio Giménez, Managing Partner en la consultora BCI, compara la llegada de la IA al mercado laboral con la adaptación histórica de los herreros a mecánicos con la llegada de los automóviles, o de los contadores con la aparición de Excel. Además, ilustra cómo en el ámbito farmacéutico, la IA aceleró significativamente el proceso de aprobación de medicamentos, disminuyendo los márgenes de error y optimizando la categorización de materiales. Por este motivo recomienda no tenerle miedo a este avance tecnológico, sino tomarlo como un desafío para adaptarse al nuevo mundo del trabajo.

En diálogo con LA NACION, John Sahs, que trabaja como director de Nissan Design Latin America, cuenta que él y su equipo también están utilizando herramientas de IA para diseñar los próximos modelos que rodarán por las calles: “Por lo general, plasmamos un boceto, y los algoritmos nos arrojan muchas ideas para que los diseñadores podamos avanzar mucho más rápido. A partir de este tiempo ganado, tenemos más tiempo para hacer investigaciones, detectar tendencias y diseñar pensando no solo en lo visual y lo ergodinámico, sino en aspectos como el olor y las texturas de los materiales”.

Claro que este panorama no es solo para el sector corporativo, sino que también llegó a las pymes y hasta a los profesionales independientes. Por ejemplo, el Dr. Carlos Horacio Moreira, médico cardiólogo (M01821) de Oberá, Misiones, utiliza IA en su consultorio a través de la plataforma Integrando Salud, que ofrece Historia Clínica Electrónica y otros servicios para médicos, centros de salud y pacientes: “Desde que empecé a usar la función llamada “mejora de la redacción de evoluciones con ChatGPT”, embebida en esta herramienta, logré ahorrar un 30% del tiempo que solía dedicarle al registro de las consultas. Esto se debe a que puedo acceder más rápidamente a la información relevante de los pacientes y redactar las evoluciones de manera más rápida y organizada”, describe, y agrega que, gracias a este ahorro de tiempo, ahora puede dedicarle más atención al examen físico y a mantener la entrevista con el paciente.

Ante este contexto que redefine el concepto tradicional del trabajo, surge el desafío de desarrollar habilidades que permitan no solo capitalizar el potencial de estas tecnologías, sino también aprovechar al máximo el tiempo liberado para hacer foco en otras actividades.

 

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