A medida que pasa el tiempo, el ser humano comienza a notar los signos de envejecimiento en todo su cuerpo, desde las arrugas hasta la propensión a enfermedades varias. Desde la medicina siempre se recomienda una dieta saludable y una vida de ejercicio para que, al momento de entrar en la tercera edad, el deterioro natural sea lo menos nocivo posible. Lo cierto es que recientemente la regla “power nine” o “poderosos nueve” surgió como un nuevo estilo de hábitos para adoptar y así asegurar una vejez mucho más sana.

A raíz de un experimento con gemelos que se realizó en Dinamarca, en donde se descubrió que la esperanza de vida en el ser humano está afectada en un 20 por ciento por los genes y un 80 por ciento por el estilo de vida y el medio ambiente, Dan Buettner, experto en longevidad y famoso por dar a conocer la existencia de las “zonas azules”, desarrolló una guía con diferentes pasos que asegurarán un bienestar en el futuro en tu organismo.

Debido a su estudio en diferentes regiones mundo de la mano de National Geographic, Buettner descubrió que en Ikaria, Grecia; Loma Linda, California; Nicoya, Costa Rica; Okinawa, Japón; y Cerdeña, Italia, la gente superaba con creces los 90 años y muchos de ellos hasta los 100. Según indicó, sus secretos variaban entre la alimentación y las costumbres de antaño. Es por ello que para simplificar todo su registro dividió todo su saber en la regla de power nine.

Cómo se compone la regla de power nine

Movimiento diario: Buettner asegura que las personas que residen en las zonas azules viven más porque están en constante movimiento. No se estancan y a diario realizan diferentes actividades que preservan su mente activa. Más allá del ejercicio físico rutinario, aquí se consideran otros aspectos, como pasear en bicicleta, amasar pan, dedicarse a la jardinería o reparar cosas rotas.Cambio descendente: las sociedades que están sumergidas en la vorágine constante de los días pueden provocar serios problemas de estrés a largo plazo y esto repercutiría en la salud, con enfermedades cardiovasculares y otros problemas. Es por ello que los habitantes de las cinco zonas azules intentan vivir sin preocupación (o al menos liberados de problemas que no requieran una atención plena). “Lo que las personas más longevas del mundo tienen y nosotros no tenemos son rutinas para deshacerse de ese estrés. Los habitantes de Okinawa se toman unos momentos cada día para recordar a sus antepasados, los adventistas oran, los ikarianos toman una siesta y los sardos disfrutan de la hora feliz”, señaló el colaborador de National Geographic.Tener objetivos: Buettner aseguró que las personas que habitan dentro de las cinco zonas azules se levantan todos los días y reflexionan sobre su motivo en esta vida. Es por ello que el propósito de permanecer en la Tierra por algo en particular o por alguien alienta su espíritu de felicidad y continuidad.El vino: se convirtió en la bebida predilecta de estas zonas, que sin tener contacto entre ellas, se dio esta curiosa coincidencia. En donde en la mayoría de ellas, las personas beben entre dos a cuatro copas de vino por día. Lo consideran como un deber para seguir saludable.Menú a base de plantas: la dieta a base de vegetales es la preferida por estas regiones particulares del planeta. Sus ciudadanos eligen hacer a un lado la carne (en todas sus variedades) de sus platos. Sin embargo, existen excepciones en algunos países donde la consumen en promedio cinco veces al mes (a la vez que muchos solo eligen el pescado). La famosa dieta mediterránea ganó popularidad desde hace años y es una de las sugerencias que Buettner suele hacer a sus seguidores a menudo desde las redes sociales. En especial por sus proteínas, vitaminas y minerales necesarios para que el cuerpo funcione en orden.Regla del 80 por ciento: a medida que avanza el día, los habitantes de las zonas azules disminuyen la cantidad de alimento que comen. Esto se conoce como la regla del 80 por ciento, por la cual, solo desayunan y almuerzan en abundancia pero hasta sentirse saciados y no llenos. Con el correr de las horas consumen pequeñas porciones y a la noche su menú se ve reducido drásticamente. Es así que entienden que hay que ingerir con conciencia para no derrochar.La familia ante todo: Buettner entendió que en estos lugares el afecto hacia la familia es casi una religión. El trato con ello y el diálogo constante ayuda a que la esperanza de vida se prolongue. “Los centenarios exitosos en las zonas azules dan prioridad a sus familias. Esto significa mantener a los padres y abuelos ancianos cerca o en casa. También reduce las tasas de enfermedad y mortalidad de los niños en el hogar”, señaló.La amistad: para el experto de National Geographic, los vínculos de amistad hacen que la persona encuentre un otro con quien expresarse y desarrollar sus expectativas. Algo que combate, según él, la depresión y la soledad. “Las investigaciones de los Estudios Framingham muestran que fumar, la obesidad, la felicidad e incluso la soledad son contagiosos. Por eso, las redes sociales de las personas longevas han moldeado favorablemente sus comportamientos de salud”, indicó.Pertenecer a un grupo: el sentido de pertenencia y la identidad son simbolismos que calan fuerte dentro de una persona y mucho más si se rigen bajo grupos ciudadanos que acompañen los mismos ideales. Un entorno saludable y que abogue por hábitos positivos, ayuda al bienestar y a una longevidad mucho más acompañada. 

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