La cantante y percusionista Andrea Álvarez, reconocida tanto por su trabajo junto a Soda Stereo como en plan solista, salió al cruce Claudio Morgado y su mujer, Sandra Moreno, por considerarse una víctima más de las supuestas estafas del matrimonio. La artista no solo era vecina de la pareja, sino que se consideraba amiga de Morgado, con quien compartía su pasión por la música, comidas y hasta iban al mismo gimnasio.

La artista se sumó a la denuncia efectuada por Bárbara García y relató su experiencia a través de X (exTwitter) y Facebook. En noviembre pasado compró una computadora MacBook Pro “a precio mayorista y sin recargos” para su hermano y luego volvió a “caer en la trampa” al comprar una computadora más para ella, que Moreno le ofreció “a mitad de precio” por la tardanza en la entrega de la primera”. Pagó 1500 dólares en total. Más de cinco meses después del primer pago, no recibió nada, según relata Álvarez. Si bien el matrimonio le prometió la devolución del dinero con intereses debido a la tardanza “por complicaciones en la entrega de las PC”, eso tampoco ocurrió. “No quiero que estafen a nadie más, por eso lo cuento. Fueron meses humillantes donde me enfermé, me arruinaron el verano, la vida y mi trabajo. Todo fue demencial”, manifestó en la publicación.

Quiero denunciar en twitter a CLAUDIO MORGADO (ex diputado, ex INADI, ex Cablín , ex TVR ex amigo ) y a su mujer VANESA MORENO por ESTAFADORES .
Caí en su red de estafas,sale hilo y pido RT. pic.twitter.com/CDZqcHaXQm

— Andrea Julia Alvarez 🥁 (@AndreaAlvarezAA) April 8, 2024

“Él está totalmente al tanto de todo lo que pasa, aunque se justifique diciendo que su mujer es psicótica. Él es un enfermo: te hace todo el personaje”, le asegura la percusionista a LA NACIÓN. “Cuando se mudan al edificio en que vivo, me lo empiezo a encontrar en todos lados: en el gimnasio, por el barrio. Después me venían a ver tocar, me invitaban a comer”, relata. Pero una vez que ella empezó a reclamar la entrega de las compras que había hecho, ellos desaparecieron de los lugares que solían frecuentar. “No los vi más. Antes me los encontraba y me llamaban todo el tiempo. Se fueron de viaje a Brasil a fin de año y empecé a sospechar que algo raro pasaba. Se borraron de repente”, explica.

Si bien Álvarez confiesa que “no registraba el pasado político” de Morgado, reconoce que compartían algunos ideales: “Él me tuvo que decir que había estado en el Inadi y había sido diputado; nosotros hablábamos de música. Confié no solo porque él era conocido, sino porque todo parecía legal y supuestamente venía con garantía de fábrica”.

Al principio cuenta la baterista que fue difícil aceptar que un amigo la haya engañado: “Me sentí ultrajada. No quería aceptar que me habían estafado. Cuando vi en internet las primeras estafas, lloré un montón. Empecé a pensar cómo me habían estudiado y entrado en mi vida”, recuerda indignada.

En el momento en que tomó la decisión de contar públicamente su incómoda experiencia tras ser “estafada” y sentirse “utilizada” por alguien que ella consideraba un amigo, no imaginó la trascendencia que iba a tener el tema. “No sabía que esto iba a pasar. Había planeado escracharlos, en contra de lo que muchos amigos me recomendaban. Me ayudó ver el video de Bárbara. Me pareció una casualidad increíble porque yo ya tenía escrito lo que iba a poner en Facebook y Twitter, pero para no escribir enojada pensé en postearlo esa noche”, asegura.

Ese día, más temprano, había hablado con Moreno, que le prometió la devolución del dinero que había pagado por la compra de las dos computadoras que nunca le entregaron. Hasta que recibió un nuevo mensaje de la mujer de Morgado que decía: “Dame 48 horas más”. En ese momento la baterista pensó: “Se terminó, se lo buscaron, y puse ‘publicar’”.

Un “grupo de víctimas” en redes

Eligió minuciosamente las palabras para contar su historia y las redes donde publicarla: ”El target de los estafados es Facebook y Twitter”. En Facebook hay grupo tiene más de 90 miembros donde cada uno describe su propia experiencia -con varios elementos en común- y también comparten la repercusión que la supuesta defraudación está teniendo en los medios. “El grupo se llama víctimas de los estafadores Claudio Morgado y Vanesa Moreno”, cuenta Álvarez.

“Empecé a conectarme con personas que pasaron por lo mismo y fue como encontrar una red de contención. Ellos no podían creer que todo volvía a suceder. A mí me vino bárbaro, pude reírme también de la situación: comparábamos capturas de pantalla, era todo igual, lo único que cambiaba era a quién estaba dirigido, lo demás era calcado. Tienen un método de estafa y aunque él lo niegue, muchas llamadas y mensajes eran de Claudio”, afirma la artista.

Estamos armando una banda “los estafados por Morgado” . Tiene muchos cantantes y ya tenemos varios temas “hagamos cenita” “Clau no sabe nada” “el lunes te deposito sin falta” “dame 48 hs” “ Nadie más que yo quiere terminar con esto” “ Cosa de Vane “, “Yo no fui” Todos altos hits.

— Andrea Julia Alvarez 🥁 (@AndreaAlvarezAA) April 12, 2024

A partir de su publicación en las redes este lunes, Álvarez recibió más de 40 testimonios que le contaron de episodios similares con el matrimonio denunciado. También los vecinos del edificio donde viven ella, y Morgado y su mujer contaron lo propio: “Estafó a casi todo el edificio, dejaban flyers por debajo de las puertas con las promociones. Hasta una vecina se tuvo que mudar porque le hacían la vida imposible después de estafarla”, relata Álvarez.

“Este tipo de personas, para poder haber hecho esto en el pasado, tiene que haber estado blindada por alguien del poder que ahora le soltó la mano. Ahora se le pudrió el rancho. Sino no se hubiese animado a seguir haciendo lo que hacían. Hasta leí que el hermano de él, Esteban Morgado, no tenía contacto, es raro…”, afirma convencida.

Según la baterista, el exdirector de Inadi en su defensa está utilizando a su pareja. “Es muy sádico. Él le echa la culpa a la enfermedad mental de su mujer que dice que es psicótica, pero en realidad es un plan: ella se está inmolando para que la declaren insana y no ir presa”, reflexiona. Incluso cuenta que la mujer del exconductor la llamó luego de que ella publicara la acusación por redes: ”Me pedía por favor que sacara la foto de Morgado y pusiera la foto solo de ella”. Álvarez no cambió la foto y le respondió: ”Sos un cuatro de copas, ¿quién quiere ver tu foto?”. En ese momento el exdirector de Inadi intervino en la disputa. “Empezó a dejar ahí mensajes con su voz, donde me hacía todo un teatro de que se estaba infartando”, cuenta.

Álvarez reconoce que su posición política, “aunque no sea una acérrima militante kirchnerista”, fue un tema que pasó por su cabeza antes de “denunciar a un compañero” y reconoce que pudo salirse de ese lugar y distinguir entre “gente buena y gente mala”. “Hay un montón de cosas que están pasando por haber encubierto gente corrupta. Hay que decirlo con todas las letras. Esto no tiene que suceder más. Los llamo enemigos internos; ellos son los reales enemigos, son los que ensucian todas las causas. Es un delirio que haya llegado a ser diputado”, sentencia la artista.

 

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