El Mallorca se aleja a ocho puntos de la zona de descenso tras derrotar por 1-0 al Granada en Son Moix gracias a un gol de su capitán Antonio Raillo en el minuto 85 con un certero cabezazo que quebró la enconada resistencia del portero argentino Augusto Batalla, cuando el choque agonizaba.

Batalla, con un festival de paradas de toda índole, impidió un marcador más amplio para los bermellones. Lo que no pudo evitar fue la decimoquinta derrota de un Granada con un pie en Segunda y con su técnico, el uruguayo Alexander Medina, muy cuestionado.El Mallorca respira aliviado. Pero le costó mucho amarrar los tres puntos.

El fútbol plano, carente de toda brillantez y la nula ambición ofensiva caracterizaron una primera parte anodina en Son Moix.Solo se registró un disparo entre los tres palos, el de Vedat Muriqi (min. 24), que tras rebotar en Bruno Méndez derivó en una parábola que a punto estuvo de sorprender a Batalla.

El conjunto nazarí notó la ausencia de Sergio Ruiz, un futbolista clave en el esquema del técnico uruguayo Alexander Medina; su sustituto, Gonzalo Villar, sumó mucho en la zona ancha, pero no siempre conectó con Pellistri, Uzuni y Lucas Boyé.

El Mallorca fue mucho más agresivo en la segunda parte. Muriqi avisó en dos ocasiones y Antonio Raillo marcó un gol de cabeza que fue anulado por fuera de juego del central mallorquinista.

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Muriqi en el choque ante el Granada
EFE
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Los bermellones, con el delantero serbio Nemanja Radonjic formando tripleta atacante con Muriqi y Larin, incrementaron su dominio en un choque que cada minuto que pasaba tenía más color local.Las ocasiones de gol locales se fueron sucediendo ante un Granada al que le costaba un mundo estirar sus líneas.

Pero cuando lo hizo generó peligro, como en el minuto 64, cuando un cabezazo a quemarropa de Uzuni obligó a Rajkovic a realizar una gran parada para evitar que el conjunto granadino marcara el 0-1.

El tramo final se jugó a un ritmo endiablado. Mallorca y Granada, cada uno con sus armas, se lanzaron decididos en pos de la victoria en unos minutos intensos, con los bermellones apretando en todo el campo.

Muriqi, Prats, Radonjic lo intentaron de todas las maneras posibles. Pero ahí estaba Batalla para impedirlo. Hasta que apareció Raillo, cuando el choque agonizaba. El capitán mallorquinista cabeceó un balón al que no pudo llegar Batalla, el héroe de su equipo en Palma, pese a la derrota.

 

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