Rory McIlroy invirtió buena parte de 2022 y 2023 en defender la investidura del PGA Tour frente a los constantes embates del LIV. Tomó un rol decididamente político, pero se sintió traicionado después de un sorpresivo acuerdo de la gira norteamericana con la liga árabe y, a partir de ahí, se focalizó exclusivamente en el juego. Esa reorientación hacia lo más puro del golf le está dando formidables resultados: arrancó como puntero de The Players, con un total 65 (-7), en la misma línea de Xander Schauffele y Whyndam Clark.

La tarjeta del norirlandés revela particularidades, porque hizo 10 birdies -récord absoluto en la historia del torneo desde que se juega en el Stadium Course del TPC Sawgrass- y se fue dos veces al agua, ya que pagó con un doble bogey en el 7 y un bogey en el 18. Justamente en el 7, el N°2 del mundo se trenzó en un largo debate con sus compañeros de juego, Jordan Spieth y Viktor Hovland, en el que se discutió sobre si la pelota había rebotado dentro o fuera de los límites antes de hundirse en la laguna. Los oficiales de reglas intervinieron para ver dónde McIlroy debía dropear la bola y el grupo, finalmente, tardó media hora en completar el hoyo; una charla por momentos áspera que fue captada por los micrófonos durante la transmisión.

Rory McIlroy, Jordan Spieth and Viktor Hovland discuss McIlroy’s drop on No. 7.

Rory makes double bogey to move from solo leader to T2. pic.twitter.com/dkV6a5Q22W

— PGA TOUR (@PGATOUR) March 14, 2024

Luego, el campeón de cuatro majors habló sobre el intercambio reglamentario, sobre todo después de los cuestionamientos de Spieth:”Es muy difícil, ¿verdad? Porque no hubo evidencia televisiva. Creo que Jordan (por Spieth) estaba tratando de asegurarse de que yo iba a hacer lo correcto. Al final, todos intentamos protegernos a nosotros mismos y también al campo. No diría que fue una discusión innecesaria”.

McIlroy busca una segunda victoria en The Players después de su consagración en Ponte Vedra Beach en 2019, pero en esta temporada, fundamentalmente, persigue cortar con la racha de diez años sin obtener majors -demasiado tiempo, tratándose de un jugador de su jerarquía-, ya que su último título grande se dio en el PGA Championship 2014. A juzgar por su actuación de este jueves, solo podrá reprocharse los malos tiros con el driver a la izquierda en los hoyos 7 y 18, pero funcionó a la perfección con los hierros y el putter.

Fuera del norirlandés, uno de los grandes momentos de la primera jornada llegó con el hoyo en uno que logró Ryan Fox en el green-isla del 17, la joya del campo diseñado por Pete Dye. El neozelandés, que venía de firmar 3 golpes en el par 5 del 16, se convirtió en el primer jugador con una secuencia de dos águilas seguidos desde que en 1983 comenzaron a llevarse registros en The Players. Desde entonces se jugaron 17.405 vueltas en el certamen antes de la de este jueves. Nunca visto.

De 37 años, Fox se unió al grupo de 13 golfistas que habían conquistado el green de la isla de una sola vez. En los momentos previos, Fox había pegado su segundo tiro de 180 yardas a 2 pies y 4 pulgadas de la bandera para ganarse los aplausos en el hoyo 16. Así, con ese “eagle-eagle”, pasó de +1 a -3 en apenas 20 minutos y con ese marcador (69) finalizó su primer recorrido.

Emiliano Grillo, el único argentino en la competencia, también totalizó 69 golpes (-3) y figura entre los 25 primeros. Aunque lógicamente no provocó el mismo impacto que Fox, el chaqueño es otro de los que se fue contento del hoyo 17, ya que después de aterrizar su pelota cerca del borde del green-isla, metió desde una distancia de 5 metros para birdie. Las notorias mejoras de Grillo en las estadísticas con el putter lo encaminaron en mayo pasado a su segundo título en el PGA Tour, en Fort Worth, Texas, y mantiene la precisión en la actual temporada, en la que superó los ocho cortes clasificatorios.

 

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