Pese a que es un hombre al que nada lo detiene cuando se propone algo y menos si se trata de dinero, Donald Trump parece atravesar problemas de liquidez financiera. En uno de los años más importantes de su carrera como político y en un afán por ganar por segunda vez la presidencia de Estados Unidos, el empresario no consiguió, todavía, saldar la fianza de más de 464 millones de dólares después de que perdió un juicio por fraude civil en Nueva York a principios de 2024.

El lunes de la semana pasada, los abogados del expresidente anunciaron que no habían encontrado la manera de cubrir la fianza requerida mientras intentaban apelar la millonaria multa de US$464 millones, un juicio en el que resultó condenado por inflar el valor de los activos de la Organización Trump en 3600 millones de dólares entre 2011 y 2021, y donde dos de sus hijos, Donald Trump Jr. y Eric Trump, también fueron declarados culpables.

“Los continuos esfuerzos de los demandados han demostrado que una fianza por la cantidad total de la sentencia es una imposibilidad práctica”, manifestó el equipo legal a través de un escrito en el que resaltaron que, hasta ese momento, habían contactado hasta 30 aseguradoras a través de cuatro agentes distintos, según consignó CNN.

La fianza actúa como una especie de garantía para detener la ejecución de la sentencia durante una apelación. De acuerdo con sus abogados, las empresas aseguradoras contactadas “no estaban dispuestas” a utilizar sus bienes inmuebles como garantía.

En contexto, a la par que el juez declaró que existió responsabilidad por parte de Trump, la sentencia lo condenó al pago al Estado de 364 millones de dólares, con 100 millones de dólares adicionales en intereses.

Hasta que el magnate pague la multa, seguirá creciendo unos 114 mil dólares por día, a razón de una tasa del 9% anual, debido a los intereses y, en el caso de que Trump no logre que un juez congele la medida, la oficina de la fiscal general de Nueva York, Letitia James, podrá empezar a confiscar sus bienes, según consignó Europa Press.

En febrero, James expresó que su oficina estaba preparada para apuntar contra los activos de Trump y comenzar a cobrar lo que un juez determinó como “ganancias mal habidas”, luego de que este manipulara sus finanzas y estados financieros para obtener condiciones favorables de bancos y aseguradoras.

“Estamos preparados para asegurarnos de que se pague la sentencia a los neoyorquinos”, sostuvo la fiscal general. Para que esto ocurra, será necesario que James acuda a un juez que firme la orden judicial para poder ejecutar la medida.

La investigación, que duró tres años, concluyó con un juicio de varios meses, que fue seguido muy de cerca por la prensa nacional e internacional, en el que Trump y dos de sus hijos cometieron fraude al participar por más de una década en un plan que aumentó deshonestamente el valor del patrimonio neto de la Organización Trump y sus activos en declaraciones anuales de situación financiera que se entregaban a bancos y prestamistas.

 

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