La gran actuación de Jan Oblak en la tanda de penaltis del encuentro de octavos de final de Champions entre Atlético de Madrid e Inter de Milán tiene múltiples lecturas.
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La primera y obvia es la alegría del guardameta, tras firmar dos grandes intervenciones que fueron decisivas para sellar el pase de los colchoneros a cuartos de final.
Estos dos penaltis detenidos tienen además un aire de reivindicación para el cancerbero.
Y es que Oblak detuvo ante la ‘Bienamada’ más penas máximas, dos, que en sus cuatro tandas de penaltis anteriores con el Atlético de Madrid entre todas las competiciones.
En esas cuatro ocasiones, siempre presente en el imaginario colchonero la fatídica ante el Real Madrid en la segunda final de Champions entre ambos, Oblak se enfrentó a 22 lanzamientos: sólo detuvo uno, dos salieron fuera, uno fue al palo y 18 fueron gol.
Además, el Atlético es el primer equipo en la historia de la Champions en disputar cuatro tandas de penaltis y el primero también en ganar tres, 3-2 al Bayer Leverkusen en 2015, 8-7 ante el PSV en 2016 y el 3-2 ante el Inter.
