Se dice del gorrión común (Passer domesticus) que es un pájaro urbano: aunque esta especie también habita en entornos rurales, su adaptabilidad y su poca exigencia con el entorno lo convierten en un ave familiar en pueblos y ciudades. De hecho, el gorrión está tan adaptado a estas áreas que es considerado el pájaro más frecuente en medios urbanos en todo el mundo.

Pero, a pesar de su abundancia y su amplia distribución, los gorriones se encuentran actualmente en declive en Europa. Se estima que en los últimos treinta años, el continente ha perdido el 60% de sus poblaciones; y en el caso de España, su población se ha reducido casi un 20% desde 1998, cuando SEO/BirdLife inició sus registros.

Es esta organización medioambiental quien nos presenta que las causas de este descenso todavía no son claras, pero que sí se sabe que el descenso es más acusado en los entornos urbanos que en los rurales, así como que tuvo más incidencia durante la primera década que durante la segunda.

Igualmente, lo que sí parece evidente hasta la fecha es que el desarrollo urbanístico desmesurado se relaciona con la disminución de gorriones de esa área, según explica Beatriz Sánchez del programa de Biodiversidad Urbana de SEO/BirdLife.

No obstante, identificar causas más concretas resulta complejo debido a la confluencia de factores como la contaminación atmosférica, el exceso de ruido o la falta de espacios para construir sus nidos.

Ahora además, se empieza a sospechar de una causa -también humana- que podría engrosar esta lista: nuestro gusto por la ‘comida basura’.

Así puede afectar nuestra dieta a los gorriones

El gorrión es un «comensal directo de las personas», según presenta SEO/BirdLife, y depende tan estrechamente de nuestras actividades para alimentarse que cuando los humanos abandonan un pueblo, los gorriones desaparecen. ¿Podría entonces afectarles a estas aves que nuestra alimentación empeore?

Un estudio reciente elaborado por investigadores españoles ha examinado si el cambio de la dieta humana y la irrupción de la ‘comida basura’ podría ser una de las causas del declive de los gorriones. El informe ha concluido que, efectivamente, la costumbre de aprovechar nuestros restos de comida afecta negativamente a la salud de estas aves y que los gorriones expuestos a estas dietas sufren carencias

Los investigadores observaron que la dieta a base de bocadillos provocó a estos pájaros anemia y desnutrición (especialmente a las hembras, produciéndoles una pérdida de su condición corporal). Asimismo, identificaron que una dieta a base de alimento para gatos supuso un aumento de los indicadores de estrés oxidativo y el catabolismo proteico.

«Se sabe que la comida basura tiene consecuencias similares en los humanos y estos resultados son un ejemplo claro del papel que tiene el gorrión común como bioindicador«, concluye SEO/BirdLife en un comunicado.

Y viceversa: lo que le pasa al gorrión, le pasa al ser humano

Los bioindicadores son organismos que se utilizan para evaluar el estado de un ecosistema. Nos proporcionan información sobre la salud del medioambiente y los posibles impactos de factores como la contaminación, el cambio climático o la degradación del hábitat. Los bioindicadores son algo así como los canarios que se empleaban en las minas, pero a gran escala.

En el caso de los gorriones, su abundancia, su sensibilidad a los cambios y su rápida respuesta a la contaminación lo convierten en un excelente indicador biológico; el declive de la especie se asocia, por lo tanto, con un empeoramiento del estado de salud del entorno. «Lo que le pase al gorrión común debería servir como aviso de lo que le puede pasar a las personas que viven en los entornos urbanos; y las noticias no son buenas», añade SEO/BirdLife.

Para contrarrestar la situación, la organización propone distintas medidas relacionadas con la naturalización de las ciudades que, además, ayuden a mejorar la dieta del gorrión. Recomiendan una reducción en la frecuencia de siegas de césped o que se dejen crecer las «malas hierbas» en las cunetas y descampados.

Las áreas cubiertas por vegetación son una fuente de alimento (semillas e insectos) que pueden ser aprovechadas por los gorriones y otras especies urbanas y que les ayudaría a reducir su dependencia de nuestros restos de comida.

 

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