LA PLATA.– Es la imagen más fuerte de los últimos tiempos en el fútbol argentino. El momento de mayor desesperación. Javier Altamirano, volante chileno, de 24 años, se desvanece en pleno partido y comienza a convulsionar. Sus piernas se vencen, su cuerpo tiembla, sus ojos se desorbitan. Santiago Ascacibar intenta inmovilizarlo en el piso mientras Enzo Pérez busca sostenerle la boca abierta. Ninguna de las dos acciones está recomendada, pero no hay tiempo, siquiera, para esperar que lleguen los médicos.

Eduardo Domínguez invade el campo de juego y busca apartar a los futbolistas para darles paso a los doctores de Estudiantes. Una pareja de médicos de una empresa privada corre a toda velocidad para asistir a Altamirano. A la distancia, al ver que no reacciona, vuelve sobre sus pasos a buscar un desfibrilador. La angustia y la tensión es total. Los jugadores de Boca se apartan de la situación mientras Diego Martínez, insólitamente, los reúne cerca del banco para darles indicaciones. Los del Pincha ayudan a un empleado a abrir el portón para que ingrese la ambulancia. La reacción es rápida, el protocolo de emergencia se ejecuta de manera eficaz.

En la cancha, sin embargo, todo pareciera hacerse en cámara lenta. Mientras el árbitro, Pablo Echenique, convoca a los capitanes (José Sosa y Edinson Cavani) y a los entrenadores de ambos equipos, el exfutbolista de Huachipato volverá a convulsionar camino al Instituto Médico Platense, ubicado a 500 metros del estadio, aunque luego recuperará la conciencia y, sin riesgo de vida, quedará internado en observación.

Al final, un poco de cordura: ni los hinchas ni los jugadores estaban para seguir, y Echenique tomó la decisión correcta: partido suspendido y a esperar que la AFA defina cuándo se completan los 63 minutos que restan, con el resultado igualado 0 a 0. ¿Martes? ¿Miércoles? Lo mismo da.

“En principio no teníamos idea de la situación real, aunque contábamos con un pequeño parte que traía tranquilidad. La vida va más allá de cualquier deporte. Hay cosas mucho más importantes que el deporte y cuando pasan estas cosas tenemos que dar el ejemplo. Los chicos en el vestuario estaban llorando, Javi (por Altamirano) es muy querido, su señora está embarazada y estaba en la platea, y por suerte ahora ya está con él. A veces es todo tan frívolo y no miramos la angustia que conllevan estas situaciones”, aportó Domínguez, con enorme sensatez. El DT local también agradeció a los jugadores, médicos y cuerpo técnico de Boca por haberse puesto a disposición de los de Estudiantes y por comprender el momento emocional que vivían los muchachos del Pincha.

Eduardo Domínguez, el vestuario de Estudiantes y la situación delicada de Javier Altamirano.

📺 ESPN Premium pic.twitter.com/MX0VFpolHT

— SportsCenter (@SC_ESPN) March 18, 2024

Afuera, mientras tanto, la voz del estadio anuncia la suspensión del partido, actualiza el parte médico de Altamirano (“ya se encuentra consciente”) y pide al público que evacúe el estadio de manera ordenada. Sin culpables a la vista, los hinchas de Estudiantes se descargan con Cavani, ya que algunos entendieron que el uruguayo había reingresado al campo de juego mientras la ambulancia trasladaba al chileno con la intención de reanudar el partido; cosa que no ocurrió, un producto de la confusión y los nervios. Finalmente, Cavani y Sosa, excompañeros en Napoli, aclararon los tantos y se dieron un abrazo. “Hablé con Edi para sacarme la duda de lo que por ahí la gente estaba pensando, que es algo normal porque hay cosas que desde la tribuna no se pueden ver”, diría después el Principito.

𝗣𝗮𝗿𝘁𝗲 𝗠𝗲́𝗱𝗶𝗰𝗼: El jugador Javier Altamirano sufrió un episodio convulsivo. Se encuentra en internación bajo observación y para complementar estudios. Se realizó TAC, la que resultó sin imágenes patológicas evidentes. Se encuentra estable.

Por esta situación, el… pic.twitter.com/PpFQ7uFBsg

— Estudiantes de La Plata (@EdelpOficial) March 18, 2024

Hasta el momento de la suspensión, Estudiantes y Boca protagonizaban un encuentro entretenido y con clima de final. En la previa, Juan Ramón Verón había recibido un sentido homenaje de parte de su hijo y de otras glorias del club con motivo de su cumpleaños número 80. Y en la cancha, los dos equipos habían salido a buscar los tres puntos para cerrar la fecha entre los cuatro primeros del grupo.

Altamirano, de hecho, había tenido buenas intervenciones parado como enganche, movedizo en tres cuartos de campo, disfrutando a pleno de su noveno partido en la cancha de Estudiantes. El chileno debutó en Huachipato en 2016 y en agosto de 2023 se incorporó al plantel del Pincha, que adquirió el 50% de su ficha y le firmó contrato hasta junio de 2026. Se radicó en Buenos Aires junto a su novia, que pasó la noche junto a él al igual que algunos integrantes de la Comisión Directiva de Estudiantes.

Con la tranquilidad de que Javier Altamirano se encuentra estable, desde el Club Atlético Boca Juniors saludamos afectuosamente al jugador, su familia, y a todo el plantel de Estudiantes, deseándole una pronta recuperación 💙💛💙

— Boca Juniors (@BocaJrsOficial) March 18, 2024

Anoche, lo que comenzó como una fiesta, casi termina en pesadilla. Los médicos lograron estabilizar a Altamirano y todo quedó, por suerte, en un tristísimo recuerdo.

 

Facebook Comments