Luego del rechazo del DNU en el Senado y la reacción del Gobierno ante la derrota, el analista político Andrés Malamud evaluó la actitud del presidente Javier Milei hacia quienes votaron en contra de la iniciativa y consideró que, para el mandatario, “el conflicto no es un medio para un fin, sino que es un fin en sí mismo”. “Lo que quiere es destruir al adversario, no reformar una política”, dijo en una entrevista en LN+.

“A veces, se engolosina con el conflicto . En este caso, pelear contra el mas desprestigiado siempre le conviene, cuando se le juntan en frente los que son responsabilizados ‘por el fracaso [del país] por parte de la gente, él cree ganar aunque pierda, la cuestión es que para eso hay un plazo porque en el fondo lo que la gente busca son soluciones”, sostuvo el politólogo durante su participación en Mesa de Noticias, el programa que conduce José del Rio.

Por el momento, dijo el especialista político, el titular del Ejecutivo “consigue victorias simbólicas con derrotas numéricas, tiene que transformar esas victorias en resultados materiales”. En ese sentido, evaluó que Milei “juega a la estrategia del policía bueno y del policía malo” pero con la particularidad de que, al contrario de lo que sucede en las películas, el Presidente “manda al policía blando, al policía bueno, que e es el ministro del Interior [Guillermo Francos] o cualquier otro de sus funcionarios a ablandar, a llegar a un acuerdo y una vez que hay un acuerdo, él lo rompe”.

“Por ahora, consigue victorias simbólicas con derrotas  numéricas, tiene que transformar esas victorias en resultados materiales”, remarcó.

En ese escenario de idas y vueltas y de acuerdos y desacuerdos sucedidos en los primeros tres meses de la administración de La Libertad Avanza, Malamud puso el foco en la condición de economista del jefe de Estado porque, según argumentó, quienes tienen esa profesión “piensan que las personas se mueven por intereses, tienen costos y beneficios y actúan para conseguir más beneficio y menos costos”. Sin embargo, reparó en que cuando debe trasladarse al plano político, “funciona como un religioso y no como un calculador racional”.

“Al mismo tiempo, él es un profeta y un estadista, pero un estadista negocia, acuerda y también choca pero con un objetivo que no es el choque. Él a veces es un profeta ¿Sabés como terminaron los profetas?”. Fundando una religión pero crucificados”, graficó.

Tras el protagonismo que adquirió el titular de la Unión Cívica Radical (UCR) por su decisión y exposición en la sesión que llevó adelante este jueves en la Cámara alta, el analista fue consultado respecto a la relevancia que tiene para el oficialismo esta pelea. “Le sirve al Gobierno porque en este momento Lousteau es impopular”, respondió, aunque también evaluó que estas circunstancias podrían ser útiles para el senador “si lo que esta buscando fracasa”.

“Porque él no esta buscando un posicionamiento en el espacio, sino en el tiempo: si el tiene razón ahora, la historia lo reivindicará. Y él cree tener razón, muchos están votando unos contra otros pero todos creen que tienen razón, todos piensan que tienen razón”, reflexionó.

“Se aceleró el ciclo del fracaso”

Más allá de la coyuntura, Malamud evaluó a la sociedad argentina en un panorama de crisis económica y su estimó que las razones que condujeron al escenario político actual son el resultado de que “se aceleró el ciclo del fracaso”.

“Hasta ahora teníamos gobiernos que duraban una década, entonces cuando fracasaban, la gente fracasaba y votaba al anterior. En la última década gobernaron todos, entonces la gente los corresponsabiliza, no va a buscar al peronismo ni a Juntos por el Cambio porque todos ellos construyeron la década de estancamiento de 2011 en adelante”, aseveró.

 

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