Fue a finales de enero cuando Xavi Hernández lanzó la bomba: anunciaba que se iba a finales de temporada tras una rocambolesca derrota en casa ante el Villarreal. El equipo había tocado fondo y todo el mundo ya daba la temporada por perdida. La debacle en la Supercopa ante el Madrid, el KO copero ante el Athletic y los tropiezos en la Liha hacían presagiar lo peor y el técnico tomó una decisión que, sin duda, ha acabado dando sus frutos.
Fue el ‘click’ que necesitaban los jugadores para ponerse las pilas, ya que a partir de ese momento, pasaban a estar en el foco y ya no tenían las espaldas del técnico para cubrir su rendimiento. Sea como sea, el Barça ha dado vuelco espectacular en poco más de mes y medio y ahora vuelve a aspirar a los dos títulos que están en juego. Es muy, muy difícil que gane alguno de ellos, pero ahora como mínimo si que hay síntomas evidentes de que se va a competir hasta el final.
Los buenos resultados han reabierto el debate del banquillo, alimentados por las contínuas declaraciones de la directiva sobre el deseo de la continuidad de Xavi. Y hace bien el técnico en mantenerse firme en su postura porque ahora no sirve de nada pactar el futuro. Es cierto que la planificación puede retrasarse, pero hacer marcha atrás podría alimentar viejos vicios en la plantilla y echar al traste todo el trabajo realizado. Xavi debe mantenerse firme en su idea de abandonar el Barça hasta que los objetivos se consigan o no y a partir de ahí que pase lo que tenga que pasar porque es indudable que todo está abierto.
Xavi tuvo sus razones para anunciar su adiós. Las críticas del entorno pesan, la tensión en el Barça es brutal y la situación económica a futuro no invita demasiado a la esperanza. El técnico está en su derecho de rectificar si las condiciones son favorables, pero todo pasa por acabar la temporada de la mejor forma posible y la Champions para ello va a ser clave aunque desde el cuerpo técnico no descartan el sorpasso en la Liga. Xavi ha reactivado al equipo y se ha ganado el derecho a decidir por el bien del Barça.
