Si suele decirse que el tenis es un deporte de estados de ánimo, la final masculina del Masters 1000 de Miami lo ratificó. Porque Grigor Dimitrov ganaba 2 a 1 el primer set y tuvo a su favor el primer break point del partido. Pero lo desaprovechó y ese huracán llamado Jannik Sinner no lo perdonó. Apenas le permitió sumar dos games más antes de derrotarlo 6-3 y 6-1 en sólo una hora y 13 minutos de juego.

La victoria en suelo estadounidense le permite a Jannick un nuevo hito: después de convertirse en el primer italiano en alcanzar el top 3 en la historia del ranking ATP (desde 1973) en febrero, desde este lunes será el número 2 del mundo, desplazando al español Carlos Alcaraz al 3° y quedando muy cerca del líder, el serbio Novak Djokovic.

Luego de ese momento de tambaleo, Sinner no sólo mantuvo su saque, sino que apenas un instante después le quebró al búlgaro y con su servicio se puso 4 a 2. De la misma forma, pero del otro lado de la red, ocurrió otro momento bisagra. Porque ahora fue Sinner quien dispuso de dos chances sacar 5 a 2 y sentenciar el primer set a su favor.

Pero el famoso séptimo game, que duró 7 minutos, le sirvió a Dimitrov para recuperar la confianza perdida. Y entonces Sinner sacó 4 a 3 sin margen de error para mantener su ventaja. Se puso rápido 30-0 arriba, pero luego tiró una bola larga y más tarde hizo su primera doble falta en un momento inoportuno. Aunque manejó el resto del game con su potente saque.

El 5 a 3 le ofreció al italiano dos chances de ganar el primer set. Y en la primera lo resolvió 6-3, con muchísima precisión en la devolución de saque, aún cuando Dimitrov se la hizo difícil. El dato fuerte del primer parcial fue que cada vez que Sinner pudo meter su primer saque, ganó el punto.

La mejor jugada del partido se dio en el primer punto del segundo set. Allí, ambos tenistas corrieron de un lado a otro y se tiraron un drop y un contradrop, para que finalmente Sinner mantuviera el saque.

HOW DOES HE DO THAT 😱

Top notch, @janniksin #MiamiOpen pic.twitter.com/uscOBmYTGr

— Tennis TV (@TennisTV) March 31, 2024

Lo que prosiguió fue un monólogo del italiano ante un rival que nada pudo hacer ante tamaña supremacía, hasta que Sinner lo resolvió en su primera chance de las tres que dispuso en ese séptimo game del segundo set.

Realidades diferentes

Esta final encontró a los dos protagonistas con diferentes presentes. Por el lado de Sinner, el italiano se encuentra en estado de gracia. Tiene un récord de 22-1 en la temporada. Ganó los títulos de Australia (su primer Grand Slam) y el ATP 500 de Rotterdam. Sólo perdió con Alcaraz en las semifinales del Masters 1000 de Indian Wells, ganado por el español.

Sinner bien puede decir que la tercera final fue la vencida en el Masters 1000 de Miami. Hasta el festejo de este domingo había perdido en 2021 (vs. el polaco Hubert Hurkacz) y en 2023 (vs. el ruso Daniil Medvedev). Encontró el desquite en el Hard Rock Stadium, el complejo ubicado en el barrio de Miami Gardens, en el norte de la ciudad. Ahora tiene una marca de 13-4 en finales del circuito, incluido un 5-1 desde octubre, ganando los títulos en Pekín 2023, Viena 2023, Abierto de Australia 2024 y Rotterdam 2024, antes del de esta tarde ante Dimitrov.

Del lado de Dimitrov, número 3 del mundo en 2017, desplegó uno de los mejores rendimientos de su carrera en los últimos 12 meses, durante los cuales ha alcanzado cinco finales de ATP Tour (incluidos partidos por el título de los Masters 1000 en París y Miami) y, en enero, rompió su sequía de seis años sin ganar su noveno trofeo del circuito, al imponerse en Brisbane.

Esta semana venció a tres rivales del top 10: Hubert Hurkacz, Carlos Alcaraz y Alexander Zverev, en partidos consecutivos, para alcanzar su primera final en Miami. Disputó la final con la satisfacción de saber que volverá a ser top 10 del ranking por primera vez desde octubre de 2018. Un nivel también fenomenal del llamado Baby Roger, por su estilo parecido al de Federer.

Con el regreso de Dimitrov al top 10, ese grupo de súper elite recuperará a un representante con revés de una mano. Desde fines de febrero, con la salida del griego Stefanos Tsitsipas, por primera vez ningún jugador con el golpe más elegante del tenis formó parte de los mejores 10.

Dimitrov buscaba su segundo título de Masters 1000 (Cincinnati, en 2017) y el décimo en general, pero el nivel de Sinner lo impidió. Su trofeo más importante fue el torneo de Maestros de 2017. Además, pretendía convertirse en el primer jugador desde Holger Rune en el Masters 1000 de París 2022 en derrotar a cuatro top 10 en un mismo torneo, fuera de las ATP Finals. Chocó contra un talento destinado a hacer historia. La está escribiendo.

 

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