La venta de coches eléctricos no deja de crecer, como en Noruega, país en el que el 82% de automóviles vendidos pertenecen a esta modalidad. Sin embargo, existe un problema creciente: en Países Bajos, sus habitantes sufren el colapso de sus redes eléctricas a consecuencia de la alta demanda que exigen estos vehículos que se recargan conectados a la conexión eléctrica.
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Stedin, la mayor compañía distribuidora de energía eléctrica de Países Bajos, ha adelantado que la situación ha empezado a ser insostenible. Ciudades como Utecht se enfrentan a una demanda imposible de satisfacer, extendiéndose este problema a otras grandes urbes del país.
En este sentido, Elon Musk, CEO de Tesla, ha hablado acerca de una problemática global que puede ir a más en el resto del mundo: «Primero hubo escasez de chips de red neuronal. Después, el problema de la disponibilidad estuvo en los transformadores reductores de voltaje. Esta sucesión de acontecimientos me lleva a pensar que el próximo problema será la falta de electricidad«, explicó en una conferencia en la que participó durante el Bosch Connected Word.
Periódicos como The New York Times ya se han hecho eco de estas declaraciones y han comprobado que la demanda energía eléctrica actual pone al límite las redes sociales, y al mismo tiempo, complica el alcance de los ambiciosos objetivos climáticos que se han puesto los países, u entidades supranacionales como la Unión Europea.
