Entre la ida y la vuelta el Girona le ha endosado ocho goles al Barça. Si en lugar de un partido de Liga se tratara de una eliminatoria copera, el resultado final sería un humillante ocho a cuatro.

Desde el punto de vista futbolístico, el Barça mereció más, pero el equipo de Xavi no puede hundirse y entregar el encuentro tras cometer errores como el que propició el empate de Portu. Nunca antes un equipo catalán había ganado al Barça en el partido de ida y el de vuelta en una misma Liga. Así que lo primero que hay que hacer es felicitar al Girona por lograr matemáticamente el derecho a disputar la próxima Champions. Se lo han ganado a pulso y merecen estar entre los grandes.

Por su parte, el Barça sigue viviendo en una montaña rusa permanente. El Barça sorprendió a Michel en el planteamiento inicial, pero la imagen ofrecida durante los últimos treinta minutos es inadmisible. Fueron cuatro, pero pudieron llevarse la manita mientras nadie reaccionaba. Ni Xavi, ni el staff, ni los futbolistas… Fue un final humillante en toda regla. A todo eso, la derrota azulgrana sitúa al Barça en una peligrosa tercera posición que le impediría disputar la Supercopa de España la próxima temporada. Y no solo eso, la derrota azulgrana propicia que el Madrid se proclame Campeón de Liga a falta de cuatro jornadas.

En fin, que toca reflexionar de nuevo, pero sin olvidarse de competir por esa segunda posición. Sin duda una mala temporada para los azulgranas y una fiesta para los de Girona. El himno de la Champions ya suena en Girona, mientras la preocupación aumenta en el Barça.

 

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