Confirmada nuestra apreciación de que Brasil se convirtió en el “granero del mundo”, ahora la India pareciera posicionarse como la “contracara”. En efecto, fuentes privadas de esa nación (la visitamos en septiembre) afirman que el consumo de carne aviar podría crecer un 80% hacia 2030 (tremendo dato tratándose de la mayor población del mundo) y que podría incrementarse el uso de maíz para etanol.

Mientras tanto, los “fondos” en Chicago ya comenzaron a salir de posiciones vendidas (recomprando), lo que significa que –por el momento– la reacción observada de los precios en dicha plaza obedece a razones “técnicas”, toda vez que la oferta de soja global continúa siendo abundante y que la demanda no tiene motivos para alarmarse.

Más allá de las perspectivas de áreas sembradas en Estados Unidos para la campaña 2024/2025 (esta columna se cerró antes de la publicación de las estimaciones del USDA al respecto), la plaza granaria en Chicago ingresa en el tradicional mercado climático (período abril/agosto) con stocks ajustados en EE.UU. y con proyecciones climáticas que no serían las ideales.

La caída en la intención de siembra de maíz en EE.UU. le posibilitó al valor del cereal una suba del 3,6% en Chicago

En efecto, gran parte del Estado de Iowa y áreas aledañas (que según nuestros cálculos representan el 16% y el 14% de la producción maicera y sojera, respectivamente) presentan un estado de sequía que se extendería hasta fines de mayo. Así las cosas, las cotizaciones mostrarán volatilidad de ahora en más y la posición julio de la soja mostrará su mejor versión a medida que avancemos en el calendario.

Un par de comentarios vinculados con la plaza maicera que van a llamar la atención y que debiera obligarnos a revisar la procedencia de llevar adelante “políticas activas”. Estados Unidos produce 380 millones de toneladas de maíz promedio por año y la Argentina, 50 millones. En nuestro país (que exporta más del 70% de la producción) cada tonelada recorre aproximadamente 130 kilómetros. En EE.UU. cada tonelada recorre sólo 30 kilómetros hacia su destino final (molienda, uso forrajero o exportación). Ello, pues los farmers tienen muy cerca de sus chacras un feedlot, un tambo, una planta de alimentos balanceados o una planta de etanol y solamente exportan por el Golfo de México (a 1200/1500 kilómetros) el 14% de su producción.

Y no fue el mercado el que decidió que más del 40% de la producción de maíz estadounidense se destinara a producir etanol para mezclarse con la nafta. Fue el Congreso de los EE.UU. (uso mandatorio). ¿Era cierto entonces que “detrás de una medida económica siempre hay una decisión política”? En la Argentina la industria avícola se concentra en Entre Ríos y termina “importando” maíz desde Córdoba. Sin comentarios.

“Un antes y un después”: las empresas anticipan sus planes frente al inesperado ataque de la chicharrita

Para quienes tienen maíz temprano, mientras tanto, resulta muy importante analizar el balance de oferta y demanda de maíz en el primer semestre (en julio ya ingresa el tardío). En nuestra opinión, el stock de arrastre más la cosecha temprana no alcanzan para abastecer los compromisos de embarque marzo/junio más el consumo interno. Los números no cierran y por ello las cotizaciones se ubican muy por encima de la paridad de exportación.

“Va a ser difícil evitar una suerte de divorcio entre los valores efectivos y las paridades teóricas cuando llegue marzo”, decíamos en nuestra columna del pasado 23/12. A todo esto debe sumarse el tema “chicharrita”. Manejar los tiempos del mercado es, siempre, el mejor consejo.

El autor es presidente de Nóvitas SA

 

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