WASHINGTON.– El presidente norteamericano, Joe Biden, elogió este viernes el duro discurso del líder demócrata del Senado, Chuck Schumer, en el que pedía nuevas elecciones en Israel para lograr la paz en Medio Oriente, la crítica más directa de Estados Unidos a su aliado por la ofensiva contra el grupo terrorista Hamas que ya dejó más de 30.000 muertos y una inmensa destrucción en la Franja de Gaza.

Las declaraciones de Biden reforzaron la presión de Estados Unidos sobre el gobierno del primer ministro Benjamin Netanyahu, que ha ignorado sistemáticamente los llamados de Washington para desescalar sus operaciones militares y avanzar al mismo tiempo hacia la solución de dos Estados.

“Pronunció un buen discurso y creo que expresó una seria preocupación compartida no solo por él, sino por muchos norteamericanos”, dijo Biden sobre los comentarios de Schumer, que señaló a Netanyahu como uno de los mayores obstáculos para la paz en Medio Oriente.

“Creo que unas nuevas elecciones son la única salida para permitir un proceso de toma de decisiones sano y abierto en un momento en que tantos israelíes han perdido la confianza en la visión y dirección de su gobierno”, dijo Schumer en su discurso, provocando una feroz respuesta del gobierno israelí y de la oposición republicana.

Schumer dijo que Netanyahu se rodeó de extremistas y “ha sido demasiado tolerante con la pérdida de vidas civiles en Gaza, lo que está llevando el apoyo a Israel a mínimos históricos en todo el mundo”.

También señaló que sentía la “inmensa obligación” como judío norteamericano de hablar, y subrayó que el resultado de unas elecciones dependería de los israelíes. “Israel no puede sobrevivir si se convierte en un paria”, sentenció.

Alon Pinkas, exdiplomático israelí y cónsul en Nueva York, dijo que el discurso de Schumer señalaba “una nueva ecuación” de la administración norteamericana: “Israel sí, Netanyahu no”.

El líder de la oposición israelí, Yair Lapid, dijo por su parte que el discurso de Schumer era “una prueba de que, uno a uno, Netanyahu está perdiendo a los mayores partidarios de Israel en [Estados Unidos]”, y acusó al primer ministro de “causar graves daños al esfuerzo nacional para ganar la guerra”.

Un informe publicado por la Oficina del Director de Inteligencia Nacional de Estados Unidos señaló que una evaluación de inteligencia determinó que el liderazgo de Netanyahu “puede estar en peligro”, junto con la “viabilidad” de su coalición que “siguió políticas de línea dura sobre cuestiones palestinas y de seguridad”.

Línea roja

El mismo Biden había advertido en los últimos días que la inminente invasión israelí de la ciudad de Rafah, en el extremo sur del enclave y último rincón de millones de desplazados por la guerra, cruzaría una “línea roja”, aunque aclaró que nunca abandonaría a Israel.

Los comentarios críticos desde Estados Unidos se ven reflejados por los sondeos de opinión en Israel. Cerca del 71% de los israelíes apoya la celebración de elecciones anticipadas, ya sea inmediatamente o al final de la guerra.

Incluso antes de la guerra de Gaza, Netanyahu había dividido a los israelíes por su intento de impulsar un polémico plan para debilitar el Poder Judicial. Los devastadores atentados de Hamas del 7 de octubre conmocionaron al país y aumentaron los llamados a que renunciara por el fracaso en materia de seguridad.

Según Lior Amihai, director de la ONG Paz Ahora, que aboga por una solución de dos Estados, Schumer tocó la fibra sensible de lo que “piensa y siente la mayoría del público en Israel: que Netanyahu actúa por intereses personales y está dirigido por extremistas nacionalistas”.

“Lo que dijo Schumer, en muchos sentidos, refleja la opinión pública israelí respecto a Netanyahu”, coincidió el analista Michael Koplow, del think tank Israel Policy Forum. “Es increíblemente impopular aquí, y una abrumadora mayoría de israelíes también quiere ver elecciones anticipadas”.

Pero muchos israelíes siguen centrados por ahora en el esfuerzo militar para eliminar a Hamas y en conseguir la liberación de los más de 100 rehenes que quedan ahí.

Benny Gantz, un crítico de centroderecha de Netanyahu que se unió a él en un gobierno de emergencia en tiempos de guerra, dijo que Schumer se había “equivocado en su comentario”. Cualquier “intervención externa no es correcta ni bienvenida”, dijo Gantz en las redes sociales.

Considerado como un serio aspirante a primer ministro en las próximas elecciones, Gantz supera regularmente a Netanyahu en las encuestas. Pero de acuerdo con Koplow, “teniendo en cuenta todo lo que está ocurriendo en Gaza, incluso los líderes políticos israelíes que se oponen a Netanyahu son reacios a convertir esto en un momento político”.

Algunos comentaristas políticos de derecha afirmaron que el aumento de las críticas en el extranjero podría incluso ayudar a Netanyahu a aplacar la indignación interna. Nadav Strauchler, un estratega político y exasesor de Netanyahu, dijo que las críticas de Schumer daban al asediado primer ministro otra forma de presentarse como defensor de la seguridad de Israel frente al mundo.

Si la intención era “ayudar a Netanyahu, entonces funcionó espléndidamente”, dijo Strauchler. “Si Estados Unidos quiere ejercer presión, ésta no es la forma de hacerlo. Crea el efecto contrario”.

Agencias AP, Reuters y AFP, y diario The New York Times

 

Facebook Comments