Jaume Collboni ha apretado el botón por el que puede dejar de ser alcalde durante el próximo mes, una posibilidad irreal a todas luces frente a la opción que el PSC da por seguro que cristalizará el 2 de mayo: la aprobación de los primeros presupuestos que el alcalde firma al frente del Ayuntamiento de Barcelona y que se le resisten desde octubre pasado. Como estaba cantado, Collboni ha perdido la cuestión de confianza que ha presentado este miércoles en el pleno del Ayuntamiento, una derrota tan solo accesoria para los socialistas y, paradójicamente, buscada por el alcalde. Se activa así la única fórmula por la que Collboni puede dotar de nuevas cuentas al consistorio tras constatar que sigue sin contar con suficientes aliados en la oposición, aunque ha abierto la puerta a incoporar socios a su ejecutivo, sin concretar si lo ofrecerá a ERC u a otros socios.

«El próximo paso que haremos será la ampliación del acuerdo del gobierno municipal», ha anunciado Collboni, que ha obtenido el apoyo de los 15 concejales socialistas y republicanos y el voto contrario de Junts, Barcelona en Comú, PP y Vox. Se inicia ahora una cuenta atrás de un mes que brinda la oportunidad de buscar un candidato a la Alcaldía que desbanque a los socialistas. No desvela en ningún caso al PSC, dado que la aritmética del pleno imposibilita una alternativa que aglutine desde los comunes a Vox y de Junts al PP para desbancar a Collboni. Sin un aspirante que relegue al alcalde, los presupuestos quedarán aprobados sin más debate.

La teniente de alcalde Laia Bonet ha recordado que los antecesores de Collboni ya recurrieron a la cuestión de confianza para desencallar las cuentas municipales. Xavier Trias lo hizo en 2014 y Ada Colau, en 2017 y 2018. «Podríamos haber pactado antes por esta herramienta, pero no lo hemos hecho porque, hasta el último minuto abierto a un acuerdo presupuestario», ha esgrimido Bonet. La socialista ha postulado que los presupuestos que el PSC da por descontado que entrarán en vigor consolidará una «nueva etapa» en el Ayuntamiento.

Los socialistas se han encontrado en frente con todas las formaciones de la oposición, excepto ERC, que firmó un acuerdo presupuestario con el PSC. «Estamos aquí por el fracaso del gobierno y del alcalde», ha interpretado Trias, quien ha afeado a Collboni de trabajar «solo para tener la silla asegurada».

El líder de Junts ha oberservado que la moción de confianza que el alcade ha planteado es una «originalidad» respecto a las que el nacionalista y Colau se sometieron en su día: «Nosotros encabezábamos la lista más votada y usted, no. Ganó la Alcaldía por la confianza que le otorgaron los comunes y el PP, y se da la casualidad que ni uno ni el otro le apoyan en este momento. Que no te voten el presupuesto ni los que te han votado es una situación nueva, que pone en evidencia el aislamiento en el que está y cómo fue investido, una forma que ahora usted paga y que tiene lógica, porque fue una forma extraña de ser investido».

Por su parte, Colau se ha declarado atónita porque el PSC «renuncie no a una opción de mayoría en el pleno, sino a dos»: «Tenía la mano extendida de Trias y tenía la mano extendida por nuestra parte. Llegan al pleno en clara minoría. ¿Cuál es la intención del alcalde Collboni sobre el resto del mandato? ¿Cuál es su responsabilidad de tejer mayorías en este pleno?».

 

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