Carta de la semana

A contramano del mundo

El 24 de marzo fui a la Plaza de Mayo buscando, esperanzado, atisbos de concordia, reconciliación, proyectos comunes, objetividad, unión y hasta perdón. Encontré regodeo por el pasado y complaciente desprecio por la verdad (se elude que en 1964, gobierno de Illia, ya explotaban bombas terroristas) y también desprecio por la lógica (9000 no pueden ser 30.000 al mismo tiempo). También se soslaya que en el haber de la depuesta presidenta Isabelita estaban su personalidad quebrada, el Rodrigazo, el “Brujo” López Rega, el desborde de la guerrilla y los crímenes de la Triple A.

Vi muchos jóvenes (nacidos luego de 1976), pocos trabajadores, pocas familias, simpatía por Palestina, por el aborto y por el feminismo radical. Es un fenómeno digno de estudio el odio y el rencor prenatal de aquellos que, al ocurrir el evento convocante, no habían nacido. No escuché nuestro Himno, no vi escarapelas ni banderas argentinas; en su lugar, bombos y tamboriles, banderas rojas. No encontré posibilidades de “echar un manto…”; ¿un manto de qué? Esto decían los coros: “no olvidamos”, “no perdonamos” (ni pedimos perdón por los crímenes de la guerrilla; negados, minimizados o justificados), “no nos reconciliamos”.

En el mundo, las cosas son distintas; pasado cierto tiempo los enemigos se reconcilian y siguen adelante: Vietnam (millones de muertos y toneladas de bombas) comercia con Estados Unidos por más de 100.000 millones de dólares. Japón (centenares de miles de muertos y dos bombas atómicas) es gran aliado de EE.UU. En 1957 los viejos enemigos se sentaron a la mesa para que naciera la Comunidad Económica Europea. La Segunda Guerra Mundial (decenas de millones de muertos) había terminado solo doce años antes. En 1972 China y Japón (tal vez 20.000.000 de muertos) restablecen relaciones diplomáticas. En 2024, en Buenos Aires, a contramano del mundo y de la historia, una multitud eligió congregarse en la Plaza de Mayo en retrógrada celebración del encono y de la historia incompleta.

Dante pone en la puerta del infierno la frase: “Lasciate ogni speranza” (“Abandonad toda esperanza”). ¿Hay alguna esperanza de reconstrucción y reconciliación, con arrepentimiento y perdón por los mutuos errores y culpas? ¿Podrá nuestra comunidad torcer el rumbo y escapar a la advertencia de Dante?

Roberto Picozzi Gandía

DNI 7.961.923

Bendición

En esta Semana Santa, que Jesús bendiga a nuestra querida Argentina, que nos anime a salir de la esclavitud de la grieta y que, con la ayuda de la Virgen María, nos dé fuerzas para vivir realmente en el amor hacia el otro, para que ese otro pueda vivir un poco mejor. Hoy más que nunca necesitamos abrir el corazón a los más necesitados.

Miguel Martin y Herrera

DNI 14.525.621

Ser juez

Ser juez supone inexcusablemente ser independiente e imparcial en el ejercicio de su función, conocer las causas y el Derecho, tener prudencia, poseer conciencia social y compromiso de continuar su formación jurídica y humanista, justo y considerado con sus colaboradores y con los abogados y demás auxiliares de la Justicia, y sobre todo humilde, no perdiendo de vista que –aunque ostente un cargo con honores– es un servidor de la sociedad. Esta definición nos lleva a preguntarnos si la nominación de Ariel Lijo para integrar la Corte Suprema se encuadra dentro de esos requisitos. La respuesta es totalmente negativa. Ese actual magistrado tiene acusaciones tan graves que, de ser ciertas, lo hacen de lo peor de los tribunales federales y merecedor sin duda de un juicio político.

Ignoramos, aunque suponemos la existencia de oscuros pactos de impunidad, lo que ha llevado a un gobierno proclamado anticasta a proponer a uno de sus más conspicuos integrantes. “Del dicho al hecho hay un largo trecho” sostiene el viejo refrán, entonces si “por sus obras los conoceréis”, estamos frente al peor rostro de la continuidad entre dos gobiernos. Reclamamos de todos y cada uno de los senadores de la Unión Cívica Radical que se opongan a ese intento de cooptar nuevamente a la Justicia, advirtiendo que no existe razón valedera alguna para entrar en un intercambio de favores con el actual gobierno ni con el PJK. La decisión del presidente de la República en el sentido de proponer a Ariel Lijo como integrante de la Corte Suprema de Justicia de la Nación autoriza a presumir la existencia de un pacto de impunidad con el kirchnerismo. El público reconocimiento de que el Gobierno espera el apoyo de los senadores peronistas para alcanzar los dos tercios necesarios para esa designación apunta con claridad a ese objetivo, atendiendo a los antecedentes del propuesto y a los riesgos que acechan a la expresidenta en el plano judicial. El radicalismo se precia de haber tenido bloques como el de los 44; que no caiga sobre el actual bloque de senadores, ni sobre ninguno de sus integrantes, el estigma de haber sido funcionales, con su voto o con su ausencia, a una maniobra inaceptable en la república democrática de derecho. Los senadores de la Unión Cívica Radical no pueden aceptar esa maniobra, que limitaría la capacidad de decisión autónoma del cuerpo que constituye la garantía final de la libertad personal y la estabilidad jurídico- patrimonial para todos los argentinos. Los senadores radicales no deben dar la sensación de que carecen de la personalidad necesaria para resistir la presión de los operadores que, desde dentro o desde fuera de nuestro partido, trabajarán para impulsar ese nombramiento.

Finalmente, afirmamos que a partir de esa propuesta el presidente de la República tendrá que eliminar la palabra “casta” de su vocabulario, ya que seguir utilizándola con el sentido que hasta ahora le dio a ese calificativo constituiría una grosera demostración de hipocresía.

Raúl Galván, Juan Antonio Portesi, Jorge Sappia, Juan Manuel Casella, Elva Roulet, Antonio María Hernández, Guillermo David San Martín, Elsa Kelly, Luis Miralles, Juan José Giombini, Luis Podio, Ignacio Antonio Respuela, Julio Ginzo, Diego Barovero, Gunardo Pedersen, Enrique López, José Esteban Herrera, Luis Blanco, Jorge Lapeña, Rosana Galasi, Nicolás Teodosiu, Roberto Rodríguez Vagaría, Selva Valdez, Guillermo Faviano, Néstor Monea, María Teresa Flores, Roberto López Fagúndez, Guillermo Moreno Hueyo, Juan Carlos Guerra, Ricardo Sánchez, Alfredo Del Monte, Cecilia Campos, Raúl Horacio Pistorio, Gonzalo del Cerro, Marta Carraro, Martín Quintar, Víctor De Martino, Luis Folino, Omar Bruzzo, Mónica Mastandrea, Ramón Naveiro, Héctor Moisés Lebensohn

Círculo virtuoso

Próximos a completar dentro de los próximos tres meses la primera parte del ajuste y la recuperación financiera, oímos y sufrimos comentarios negativos y palos en la rueda. Es que no se dan cuenta de que la Argentina tiene todo para rebotar violentamente hacia arriba en una “V” . Tenemos todo: 1) riquezas naturales, tierras fértiles subexplotadas, minería subexplotada, oferta ictícola también no explotada, agua dulce en gran oferta en ríos, etc. 2) Varios millones de personas desocupadas que viven con planes o como ñoquis del estado, etc. No se dan cuenta de que este círculo vicioso se puede convertir en virtuoso con pocas acciones ya propuestas por este gobierno: nueva legislación laboral, seguridad, respeto a la propiedad privada, recapacitación de ñoquis, desocupados y planeros, consiguiente reducción de impuestos y poco más. Otros países con muchas menos riquezas lo han conseguido en breve tiempo (Irlanda, Corea del Sur, Japón, etc.) y han crecido exponencialmente. Nosotros lo podremos hacer también. No pongamos palos en la rueda y recuperemos la confianza.

Ricardo Olaviaga

rolaviaga157@gmail.com

Nuevo nombre del CCK

El nombre del Centro Cultural debe ser Argentina, nombre que nos une a todos y nadie puede cuestionar. Representa a una Argentina próspera de su época y debe representar a una Argentina cultural de progreso Centro Cultural Argentina.

Alfredo Ricardo Lanusse

lanussealfredo@gmail.com

Reconocimiento

Las bajas durante el conflicto bélico del Atlántico Sur fueron 649, reconocidas por la ley nacional 24.950, que reza: “Declárase héroes nacionales a los combatientes argentinos fallecidos…”. Queda claro que solamente integran esa nómina soldados que hayan sido combatientes, 17 de los cuales y de las tres Fuerzas Armadas participaron afectados a la defensa de las seis bases aéreas militares patagónicas desde donde nuestra aviación atacó a la flota británica. Junto con ellos participamos otros 10.000 soldados, que después de 41 años seguimos sin el reconocimiento como excombatientes a pesar de haber intervenido en las mismas acciones bélicas, equivalentes a haber operado en áreas consideradas de riesgo de combate. Esto así fue definido por la CSJN en los fallos Gerez y Arfinetti, concordantes y complementarios. Corresponde que el Estado en su conjunto resuelva esta injusticia siguiendo este criterio, que por cierto es rector en la doctrina de nuestras Fuerzas Armadas.

Tulio Fraboschi

Sec. Ing. Dep. 601

tuliofraboschi@hotmail.com

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