SAN SALVADOR.- El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, anunció el domingo que desplegó 6000 militares y policías para cercar remanentes de pandillas en el norte del país tras la muerte de dos personas.

“En este momento 5000 soldados y 1000 policías han cercado los distritos de San José Cancasque, San Antonio Los Ranchos, Potonico y San Isidro Labrador para desarticular esa clica por completo”, escribió el gobernante en X.

Hace unos días, hubo dos homicidios en la zona norte de nuestro país. Ya capturamos a los dos culpables, miembros de la pandilla 18 Sureños.

En este momento, 5 mil soldados y mil policías han cercado los distritos de San José Cancasque, San Antonio Los Ranchos, Potonico y San… pic.twitter.com/Nhx2bL6k6R

— Nayib Bukele (@nayibbukele) March 25, 2024

Argumentó que hace unos días “hubo dos homicidios” en esa zona, unos 90 kilómetros al norte de San Salvador, donde se capturaron a “dos culpables”, miembros de la pandilla Barrio 18 Sureños.

Los supuestos pandilleros fueron identificados como Enmanuel Quintanilla, alias “Pantera”, y José Elías Ramírez, alias “Humilde”.

Las autoridades informaron que a los pandilleros se les incautaron dos escopetas con las que cometieron los homicidios.

De acuerdo con información de la Policía Nacional Civil, el viernes los pandilleros asesinaron a Víctor Manuel Palma Rivas, de 21 años, cuando regresaba a su casa de un baile y el 18 de marzo asesinaron a otra persona en el municipio San José Cancasque.

“No nos vamos a detener hasta erradicar lo poco que aún queda de las pandillas”, advirtió Bukele en la red social, en la cual publicó un video del impresionante despliegue de uniformados organizados en escuadras y dos detenidos hincados con las manos esposadas.

“Limpiaremos por completo la zona, vamos a extraer hasta el último remanente de pandillas”, publicó también en X el ministro de Defensa, René Francis Merino Monroy, al describir el despliegue al sur del departamento de Chalatenango.

No es la primera vez que Bukele utiliza esta estrategia. En agosto del año pasado, el mandatario impuso un cerco militar y policial en el departamento central de Cabañas, una pequeña región agrícola.

El Salvador vive desde hace dos años bajo un estado de excepción ordenado por Bukele, que provocó la detención de casi 76.000 personas sin orden judicial, de los que más de 7000 fueron liberados por ser inocentes.

El Salvador concluyó 2023 con 214 asesinatos, entre ellos 38 homicidios de presuntos pandilleros que fallecieron en supuestos entrenamientos con la policía y las Fuerzas Armadas. Según cifras oficiales, en enero se registraron nueve homicidios, en febrero seis y nueve en lo que va de marzo.

A las pandillas, nacidas en calles de Los Ángeles, Estados Unidos, el gobierno salvadoreño les atribuye unos 120.000 homicidios en casi tres décadas, superando los 75.000 muertos que dejaron 12 años de guerra civil (1980-1992).

Tras el fin de la guerra, los salvadoreños empezaron a vivir bajo el terror de las pandillas MS-13 y su rival Barrio 18 con sus dos facciones Sureños y Revolucionarios, que juntas llegaron a sumar unos 100.000 miembros.

Organismos de derechos humanos critican el régimen de excepción pues denuncian “detenciones arbitrarias”, “torturas” y “muertes” en prisión.

Agencias AFP y AP

 

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