Si bien la existencia de una enorme brecha de género en el mundo de la ciencia es todavía a día de hoy una realidad innegable, la historia no cesa en poner en nuestro camino el trabajo de mujeres que luchan con fuerza por hacerse un merecido hueco en estas disciplinas

Reconocer y visibilizar su labor es una poderosa herramienta para aminorar las desigualdades que las científicas y tecnólogas enfrentan en comparación con sus compañeros de género masculino, ligados a estereotipos que llevan siglos condicionando su desarrollo profesional. 

Diana Trujillo es una de estas inspiradoras mujeres que ha logrado convertirse en un referente en el ámbito científico, una ingeniera aeroespacial que persiguió con ímpetu su sueño de juventud: trabajar en la NASA. 

un viaje DEsde CALI hasta MARTE

Nacida en Cali, Colombia, Diana no compartía el rol de mujer tradicional perpetuado por la sociedad, y encaró su carrera profesional buscando perseguir sus propias ambiciones, tal y como ella misma contó a National Geographic en una entrevista el pasado 2021. 

Así, con tan solo 17 años emigró a los Estados Unidos, donde estudió inglés y trabajó a tiempo completo para financiarse cursos de ingeniería en la Universidad de Florida. Más tarde aplicó para un programa de la Academia de la NASA, siendo la primera mujer migrante hispana en ser admitida. 

Su sueño de trabajar para la NASA estaba muy cerca. En 2007 se graduó en ingeniería aeroespacial en la Universidad de Maryland, donde colaboró con expertos en una investigación con robots espaciales, aumentando sus posibilidades de asegurar un puesto de trabajo en la Agencia Espacial.

Poco después, en 2008, conseguiría el primer trabajo de una larga y exitosa carrera en la NASA, pasando por distintos roles como el de ingeniera de sistemas, o jefa de distintas misiones a Marte.

UN PAPEL FUNDAMENTAL EN LA NASA, Y EN LA HISTORIA

Inspirada por su propia falta de referentes, Diana se propuso convertir su carrera en un ejemplo de superación personal tanto para mujeres como para toda la comunidad latinoamericana, también poco representada en roles científicos destacados. 

En este sentido, creó y presentó la primera transmisión directa en español de un aterrizaje planetario de la historia: la llegada del Perseverance a Marte, un acontecimiento que escucharon millones de personas alrededor de todo el mundo. 

Su papel clave en la NASA ha traído grandes éxitos: dirigió la misión Curiosity y el equipo de ingenieros a cargo del mismo Perseverance, un robot dedicado a explorar la superficie de Marte buscando evidencias de vida en el planeta. 

Asimismo, esta gran exploradora espacial que es Diana Trujillo ha conseguido otro logro astronómico: estrenarse como directora de vuelo número 108 del Centro Espacial Johnson de la NASA, un título que le permite supervisar misiones de vuelos espaciales tripulados a la Estación Espacial Internacional, a la Luna o a Marte.

«SOMOS FLIGHT»

Aunque la decisión de la NASA de incluir a Diana como una de sus directoras de vuelo fuera tomada mucho antes, su tan esperado debut no se produjo hasta el fin de semana del 2 de febrero de 2024, cuando finalmente tomó el control de una de las misiones del Centro Espacial Johnson. 

Tras años de mucha preparación y dedicación lo había conseguido, y no dudó en aprovechar un momento tan especial para mandar un importante mensaje a sus compatriotas: el de luchar por alcanzar los sueños, porque estos se pueden cumplir. 

En un homenaje a su país presentó la insignia que la representará durante su liderazgo: «Somos Flight», un símbolo que incluye los colores de la bandera de Colombia y un significado muy especial, que habla sobre el valor de la comunidad, el trabajo conjunto, lo que somos y lo que podemos llegar a ser. 

Preparada para ejecutar misiones de vuelos espaciales tripulados, la ingeniera aeroespacial ahora hecha directora emprende un nuevo y emocionante rumbo en su soñada carrera en la NASA, al cargo de la seguridad de los astronautas y el éxito de las misiones. 

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