“La firma de hoy es un paso más en la seguridad alimentaria y estamos seguros de que la alianza estratégica entre el Gobierno de Honduras y el FIDA abrirá la puerta a una fructífera colaboración con el Fondo Verde”, dijo la directora de FIDA para América Latina y el Caribe, Rossana Polastri.   

El Gobierno de Honduras firmó hoy con el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA) un acuerdo por 130 millones de dólares para trabajar conjuntamente con el fin de acceder al financiamiento del Fondo Verde del Clima (GCF, siglas en inglés) para promover la adaptación al cambio climático de la pequeña agricultura en el país.

El presidente hondureño, Juan Orlando Hernández, y la directora del FIDA para América Latina y el Caribe, Rossana Polastri, firmaron una declaración conjunta en el contexto de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP 26) que se celebra en Glasgow.

Los fondos suplementarios del GCF permitirían al FIDA y a Honduras ampliar el alcance del Proyecto para el Desarrollo de la Resiliencia en el Valle de Sula, actualmente en diseño y al que el FIDA contribuirá con financiación propia.

El FIDA es la agencia de las Naciones Unidas para el desarrollo rural.

El objetivo principal de esta iniciativa de desarrollo rural es aumentar la resiliencia y la capacidad de adaptación de los pequeños agricultores del noroeste de Honduras, y reducir sus pérdidas económicas y sociales debido a los efectos de fenómenos climáticos extremos (inundaciones, sequías y deslizamientos de tierra).

El mandatario firmó el documento como parte de su agenda de trabajo de este martes, luego de haber participado el lunes en la Plenaria de la COP26, donde se dieron cita más de 200 líderes mundiales para buscar respuestas a las demandas de los países más afectados con los efectos del cambio climático.

“Mi mensaje sobre Plan de Reconstrucción Nacional ha calado ante líderes mundiales y personeros de los Fondos Verdes del Clima”, destacó el gobernante al concluir su disertación en la Plenaria de la COP26.

El objetivo principal de esta iniciativa de desarrollo rural es apoyar a los pequeños agricultores del noroeste de Honduras para reducir sus pérdidas económicas y sociales debido a inundaciones, sequías y deslizamientos de tierra.

Acuerdo fomenta pequeña agricultura

“Hemos firmando un acuerdo con FIDA por el orden de 130 millones de dólares para acceder a Fondos Verdes”, explicó el gobernante hondureño al concluir la firma del acuerdo.

“Estamos replicando el éxito obtenido en el Corredor Seco de Honduras, así como la construcción de cosechadoras de agua, pequeñas represas y sistema de riego por goteo en otras regiones del país”, indicó Hernández.

Añadió que: “Esto abarca el cuido de cuencas, microcuencas y riego inteligente, así como el manejo de mercados para tener toda la cadena productiva y también la reforestación de toda la zona del río Ulúa y Chamelecón en el Valle de Sula”.

Además, “recordemos que con Eta e Iota se dieron desplazamientos en Santa Bárbara y queremos proteger estas zonas y esto se hace a través de la reforestación”, apuntó.

Por su parte, Polastri señaló que: “El hecho de que los pequeños agricultores apenas reciban el 1,7 % de los fondos climáticos globales pone en riesgo no solo sus medios de vida, sino la seguridad alimentaria de naciones enteras. No solo pedimos que esto cambie, sino que también trabajamos para que así sea”.

“La firma de hoy es un paso más en esa dirección y estamos seguros de que la alianza estratégica entre el Gobierno de Honduras y el FIDA abrirá la puerta a una fructífera colaboración con el GCF en este proyecto”, añadió la directora del FIDA para América Latina y el Caribe.

Para contrarrestar la situación de la migración climática, el Proyecto para el Desarrollo de la Resiliencia en el Valle de Sula aumentará la capacidad de los pequeños agricultores para adaptarse al cambio climático y continuar y mejorar la producción agrícola.

El proyecto invertirá en infraestructura resiliente al clima (recogida de agua, riego y caminos rurales), promocionará soluciones agrícolas basadas en la naturaleza (servicios ambientales, sistemas de alerta meteorológica temprana, prácticas agrícolas resilientes y planificación territorial), y facilitará el acceso de los pequeños agricultores a seguros y financiación.

Asimismo, todas estas actividades contribuirán a una profunda transformación del sistema alimentario de Honduras y apoyarán la implementación del Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático del país, aprobado en 2018, y su Contribución Determinada a Nivel Nacional (CDN), el documento que los países presentan a la COP detallando las iniciativas a las que se comprometen para hacer frente al cambio climático en sus territorios.

El proyecto se alinea con los cuatro objetivos principales de la COP26: asegurar cero emisiones netas antes de 2050 para mantener el cambio de temperatura global a un máximo de 1,5 grados centígrados; promover la adaptación al cambio climático para proteger comunidades y hábitats naturales; movilizar fondos para la lucha contra este fenómeno; y promover el trabajo conjunto entre entidades públicas, privadas, de la sociedad civil y de cooperación internacional.

De importancia

– Honduras es uno de los países más afectados por los desastres naturales y el cambio climático. Estos fenómenos generan inmensas pérdidas económicas anuales y afectan a más de la mitad de la población rural.

– La sequía del año 2019 en América Central llevó a Honduras a un estado de emergencia alimentaria después de que el país perdiese hasta el 72 % de la cosecha de maíz y el 75 % de la de frijoles. En 2020, la mayor parte del país sufrió los efectos de los huracanes Eta e Iota, que afectaron a 437.000 de personas y provocaron daños por valor de 2.170 millones de dólares, según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe de la ONU (Cepal).

– Los efectos de la variabilidad climática en Honduras han llegado a tal extremo que han obligado a la población rural a emigrar a otras áreas o salir del país, creando una nueva categoría de migrantes climáticos.

– Desde la década de 1980, 13 proyectos apoyados por el FIDA han supuesto una inversión total de 303, 2 millones de dólares en Honduras (148, 9 millones de fondos del FIDA más contribuciones del Gobierno, beneficiarios y otras instituciones internacionales). Dichos proyectos han beneficiado a 176.500 familias.

– Los objetivos de los proyectos del FIDA en Honduras incluyen:

* Ayudar a las comunidades rurales a participar en la economía de mercado, mejorando su acceso a tecnologías e inversiones para actividades agrícolas y no agrícolas.

* Fortalecer la capacidad organizativa y el poder de negociación de las organizaciones de pequeños agricultores.

* Establecer vínculos entre estas organizaciones y el sector privado.

* Apoyar la capacidad de las organizaciones de pueblos indígenas para expresar las necesidades y preocupaciones particulares de sus comunidades.

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