En el borde exterior de la Vía Láctea, a 20.000 años luz de distancia a la Tierra, habita la estrella V838 Monocerotis, una supergigante roja. Lo más curioso en esta imagen es la expansión de la luz en las espirales de polvo que rodean al astro; se llaman ‘ecos de luz‘ y, hasta que el Telescopio Espacial Hubble realizó esta captura, nunca antes habían sido vistas. 

Probablemente, estos remolinos se crearon a causa del polvo y del gas expulsados por esta estrella en una explosión previa, según explicó la NASA. Durante ese evento, la estrella se volvió 600.000 veces más luminosa que nuestro Sol.

La imagen de estos remolinos le recordó a la ESA a La noche estrellada, la pintura de Vincent Van Gogh. Aquella frase de «la vida imita al arte», parece aplicar también a los eventos espaciales.

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