«Los pingüinos papúa son muy comunes en la Península Antártica y pueden alcanzar velocidades de hasta 37 km/h», explica el fotógrafo de vida silvestre Craig Parry. Él fue quien capturó esta imagen de un papúa -la especie de pingüino más rápida del mundo- volando directamente hacia él.

Parry relata que estaban rodeados de ballenas jorobadas alimentándose de krill; y que los pingüinos, que también se alimentan de este crustáceo, empezaron a moverse a gran velocidad para quedarse con las sobras de las ballenas. «Cuando regresé al barco le mostré las fotografías a un fotógrafo antártico experimentado y dijo que él llevaba 15 años intentando conseguir esta toma», cierra Parry.

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