El deshielo progresivo de la Antártida es una realidad con la que convivimos desde hace décadas, pero que además se ha acelerado durante los últimos años hasta llegar al punto de no retorno en el que nos encontramos en la actualidad. 

Tan solo unos meses atrás los expertos anunciaban que el océano Ártico quedaría libre de hielo antes de 2050, independientemente de los resultados de las acciones y escenarios planteados en el Acuerdo de París de 2015. 

Ahora, la Antártida se enfrenta a un destino similar. Este mes de agosto de 2023 se anunciaba que el hielo marino del continente antártico había alcanzado límites excepcionalmente bajos, y estudios recientes indican que en los últimos 30 años la Tierra ha perdido un aproximado de 30.000 millones de toneladas de hielo. 

Asimismo, según una investigación del British Antarctic Survey (BAS) recientemente publicada en la revista Nature Climate Change, ya es inevitable que la plataforma de hielo de la Antártida Occidental, ubicada en el Mar de Amundsen, colapse, causando el aumento del nivel del mar.

SOBRE LA INVESTIGACIÓN

Ante el acelerado ritmo del deshielo, y con el objetivo de comprender mejor cuánto control tenemos aún sobre este, la autora principal del estudio, Kaitlin Naughten, y su equipo han analizado los posibles escenarios que nos deparan en un futuro próximo.

Así, los expertos han usado un simulador del superordenador nacional del Reino Unido para proyectar, según las tendencias actuales, cuál será el estado de la capa de hielo antártico durante lo que queda de siglo XXI. 

La conclusión de estas simulaciones desechan la hipótesis previamente formulada de que la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero mitigaría el deshielo de los polos. Para ello, tendríamos que haber actuado sobre el cambio climático hace décadas.

A día de hoy, incluso si lográramos cumplir los objetivos más ambiciosos del Acuerdo de París, no se producirían diferencias significativas: el deshielo no solo es irreversible sino que seguirá aumentando más rápido que en el siglo XX.

No obstante, es importante seguir trabajando para reducir nuestro uso de combustibles fósiles ya que, aunque estas cifras ya no pueden mejorar, todavía pueden empeorar. 

¿qué se decidió en el acuerdo de parís?

En 2015 las Naciones Unidas firmaron un compromiso internacional que marcaría un antes y un después en la agenda climática: se estableció la necesidad imperiosa de mantener el calentamiento global por debajo de los 2ºC con respecto a los niveles preindustriales antes de finales de este siglo. 

Los Acuerdos de París fueron firmados por 192 partes (191 países y la Unión Europea), incluyendo algunos de los países más contaminantes como Estados Unidos, China o la India.

Esta respuesta a la emergencia climática pretende sentar las bases de aplicación de ambiciosos proyectos para la reducción de los gases de efecto invernadero a nivel mundial, con el objetivo de mitigar las consecuencias del cambio climático. 

causas y consecuencias del deshielo

La pérdida de hielo ha sido causada por un calentamiento consecutivo de la atmósfera y los océanos, cuyas temperaturas medias no han dejado de aumentar progresivamente desde la década de los 80. 

La capa de hielo de la Antártida, concretamente, ha sido principalmente influenciada por la temperatura del océano, y su derretimiento tiene el potencial de elevar el nivel global del mar una media de aproximadamente 5 metros. 

El estudio, además, puntualiza que contamos con unos 50 años de margen temporal para aplicar las medidas necesarias en respuesta a las consecuencias del deshielo. Estos datos, aunque desesperanzadores, ofrecen la posibilidad de planificar con antelación una respuesta a los cambios que están por venir, adaptando nuestras regiones costeras o abandonándolas para reubicar a sus comunidades en otros puntos del territorio. 

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