La misión de Osiris-Rex, lanzada en 2016 con el objetivo de recolectar muestras del asteroide Bennu, está a punto de dar sus frutos. Este domingo, la sonda liberó en la Tierra su valiosa carga recolectada en 2020. 

Sin embargo, lo más sorprendente de esta misión es quizá la colaboración entre la NASA y un astrónomo del Observatorio Astronómico, un instituto de investigación científica que depende directamente de la Santa Sede, teniendo como órgano superior de referencia el Governatorato del Estado de la Ciudad del Vaticano. 

 

El astrónomo seleccionado es el jesuita Bob Macke. Conocido por su experiencia en meteoritos, Macke fue invitado por Andrew Ryan, el líder del grupo de análisis de muestras de la misión, para desarrollar un dispositivo que pudiera analizar la densidad y la porosidad de las muestras recolectadas. 

Macke MakerSpace y su picNómetro

Para evitar la contaminación de la muestra, el equipo de conservación de la NASA estableció normas estrictas sobre lo que podía introducirse en la caja de guantes. Solo se aprobaron alrededor de 15 materiales, como acero inoxidable, aluminio y vidrio. Los motores, ordenadores y circuitos estaban estrictamente prohibidos. Las empresas que venden los dispositivos ya hechos, que cuestan aproximadamente 20.000 dólares cada uno, no estaban interesadas en explicar a Ryan cómo podrían ser adaptados

Sin embargo, Macke creía que podía construir para la NASA un picnómetro para las muestras de Bennu, incluso con las complicadas restricciones. El picnómetro es un dispositivo de medición con un volumen predefinido que se utiliza para determinar la densidad o el peso específico de un líquido a una temperatura específica, utilizando métodos gravimétricos. La palabra «picnómetro» proviene del término griego «puknos», que significa «denso».

Durante varios meses, y con la ayuda de estudiantes de la Universidad de Arizona, Macke fabricó un instrumento compuesto por pequeñas cámaras de acero, tubos metálicos y válvulas que se abren y cierran. Todos los componentes electrónicos se alojan en una caja separada ubicada al lado de la sala limpia. Se bombeará gas nitrógeno a través del sistema. Luego, los cálculos de presión antes y después indicarán el volumen desplazado por la muestra.

La participación de Macke en la misión Osiris-Rex no es un evento aislado, sino parte de un esfuerzo más grande por parte del Observatorio Vaticano. Esta institución, colaboradora de la Universidad de Arizona a través de su telescopio de tecnología avanzada en Tucson, se está convirtiendo en un actor clave en la investigación espacial.

Macke tampoco es ajeno a la difusión del conocimiento. Su canal de YouTube, Macke MakerSpace, se ha convertido en un foro donde comparte su progreso y éxito en la construcción del picnómetro.

La importancia de Bennu

La importancia de Bennu radica no solo en su potencial para desentrañar los misterios del universo, sino también en la colaboración interdisciplinaria que ha provocado.

La inclusión de un picnómetro diseñado por Macke permitirá a los científicos analizar con precisión la densidad de los pequeños granos de grava obtenidos del asteroide. Esto podría proporcionar respuestas a cuestiones sobre la naturaleza misteriosa de las rocas de Bennu.

Dado que el Vaticano posee una de las colecciones más grandes de meteoritos, alrededor de 1.200 especímenes, la experiencia que trae Macke a esta misión es invaluable.

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