Una nueva ola de calor afecta a España, la cuarta en estos meses de verano. Comenzó el pasado domingo 20 de agosto, mientras que la anterior se dio entre los días 7 y 12 de agosto, y dejó temperaturas récord, como los 46’8 grados registrados en el aeropuerto de Valencia, confirmados por la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) en su cuenta de la red social X (antes Twitter).

Pese a que esta nueva ola de calor será más suave que la última, se alcanzarán temperaturas de entre 38 y 40 grados en el cuadrante nordeste de la Península Ibérica, así como en las cuencas de los grandes ríos y en el noroeste de Andalucía. Además, se alcanzarán de forma generalizada temperaturas de entre 36 y 38 grados en el interior peninsular, excepto en Galicia y el noroeste de Castilla y León. 

Según el aviso oficial de la Aemet, la ola de calor se ha producido por una fuerte insolación sobre una masa de aire cálida. La agencia informa que el episodio se alargará probablemente hasta este jueves 24 de agosto, y el lunes y el martes constituirán su pico de calor. En estos días, informa la Aemet, es posible que se registren temperaturas de 40 ºC o más en el noroeste y el suroeste de la península, además de temperaturas de hasta 38 ºC en el interior peninsular, Mallorca y Galicia. A partir del miércoles las temperaturas irán bajando, aunque seguirán siendo elevadas en diferentes puntos hasta el jueves, como por ejemplo en el medio Ebro y las depresiones del nordeste. Durante el fin de semana se registrará el descenso térmico más acusado. 

La agencia advierte de una alta incertidumbre en la predicción a partir del miércoles, puesto que pese a las elevadas temperaturas, se podrían dar también chubascos y tormentas en el interior peninsular.

Durante esta ola de calor, incluso las temperaturas mínimas serán elevadas. Se darán noches tropicales por encima de los 20 grados centígrados, e incluso por encima de los 23-25 ºC en el sur y el centro del Ebro.

el calor se expande por europa

España no es el único país afectado por las altas temperaturas. Los servicios meteorológicos de Francia, Italia y Suiza han lanzado avisos para advertir de la llegada de las alarmantes temperaturas. 

La oficina federal suiza de meteorología, MeteoSwiss, ha emitido una alerta de nivel 4 por las altas temperaturas en su territorio, que en algunos puntos dejará cifras superiores a los 36 ºC, algo muy poco habitual en este país. 

En Francia, Météo France da la alerta naranja por la ola de calor y advierte que se están batiendo récords de temperatura en el territorio. Se prevén altas temperaturas en el sur del país, donde se espera que se alcancen entre 40 y 42 ºC en zonas como el valle del Ródano. 

En Italia se esperan temperaturas superiores a los 38 ºC en Cerdeña, la Toscana, la región del Lacio y la llanura Padana entre el lunes y el martes 21 y 22 de agosto, según el departamento de meteorología de las Fuerzas Aeronáuticas italianas.

¿la ola de calor más SUAVE DE LAS QUE VENDRÁN EN EL FUTURO?

Cada vez se dan olas de calor con más frecuencia, duran más, y son más calurosas, según indica la Agencia de Protección Medioambiental de Estados Unidos (EPA). Esta fatídica evolución en los episodios de altas temperaturas en todo el mundo es en parte debida a los efectos del cambio climático

Un estudio realizado por la World Weather Attribution (WWA) concluye que las olas de calor que azotaron Europa y Estados Unidos durante el pasado mes de julio habrían sido imposibles de no ser por el cambio climático. Los expertos lo atribuyen a la quema de combustibles fósiles y, debido a que algunos países no ha frenado sus emisiones, es probable que estos episodios de intenso calor vayan en aumento

El mundo se ha calentado 1.1 ºC desde el período preindustrial, antes de que los humanos empezarán a quemar este tipo de combustibles El estudio de la WWA  demostraba que esta subida de temperatura del planeta intensifica las olas de calor. Además, los científicos advierten que si se mantienen las tendencias actuales y el calentamiento de la Tierra llega a ser de 2 ºC, las olas de calor extremo sucederían cada 2 a 5 años

Este estudio confirmaba, además, que los núcleos urbanos registran temperaturas más elevadas durante los episodios de calor que los alrededores rurales. Esta diferencia, por consiguiente, implica que los efectos nocivos de las olas de calor sobre las personas son más acentuados en las ciudades. Sin embargo, una gran solución para reducir los efectos nocivos de las olas de calor se encuentra en la naturaleza: según un estudio publicado en The Lancet, el aumento del número de árboles en las ciudades en un 30% supondría una reducción en la temperatura local de 0’4 ºC. 

Las olas de calor son una importante causa de mortalidad en los últimos años, y estas son tan solo uno de los múltiples efectos negativos que tiene el cambio climático sobre la humanidad. Frente a esta panorámica, es importante realizar acciones para frenar el ritmo del inminente cambio, además de tomar medidas para protegerse de sus efectos. 

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