Antes de capturar esta imagen, Sebastian Kennerknecht y su amigo, el biólogo, David Mills, casi fueron pisoteados en la densa selva tropical del Parque Nacional Kibale en Uganda por un elefante del bosque.

Al regresar al mismo área, instalaron una cámara trampa con el objetivo de fotografiar al raro y escurridizo gato dorado africano, conocido por los científicos como Caracal aurata.

Con aproximadamente el doble del tamaño de un gato doméstico, se trata de uno de los felinos menos estudiados del mundo. Tanto que hasta la fecha, existen menos de cinco fotografías en alta resolución de este gato en la naturaleza.

Fotografía finalista en la categoría: People´s Choice del certamen Wildlife Photographer of the Year 2022 organizado por el Museo de Historia Natural de Londres. 

Facebook Comments