La biodiversidad alberga la extensa variedad de seres vivos que habitan el valioso y único planeta que compartimos, la Tierra. Pero hemos llevado el mundo natural al límite, está colapsando. Cada ser vivo está interconectado, formamos parte de una impresionante y delicada red de vida que sostiene un equilibrio perfecto. Sin embargo, alrededor de 150 especies desaparecen cada día.

La Tierra es un planeta azul, el 94% de toda la flora y la fauna que habita esta extraordinaria biosfera es acuática. Los océanos ayudan a regular el clima y producen más de la mitad del oxígeno que respiramos. No obstante, están ahogándose en plástico y podrían experimentar una extinción masiva a causa del cambio climático. Para el 2050 habrá más plástico que peces en estos cuerpos de agua esenciales para la vida en el planeta y el Ártico habrá perdido todo su hielo. Se estima que los osos polares desaparecerán a finales de siglo y la pérdida de biodiversidad prevista para entonces podría tardar millones de años en recuperarse.

La destrucción de los hábitats naturales, nuestra falta de respeto hacia la naturaleza, la sobrexplotación, la contaminación y la emergencia climática son responsables de la desaparición de flora y fauna inigualable, cuya importancia es incalculable para la supervivencia del planeta y de nosotros mismos. Los rinocerontes blancos juegan un papel crucial en la conservación de la biodiversidad de la sabana y sin ellos la vegetación desaparecería. Las mariposas monarca son polinizadores increíbles altamente sensibles a cambios en la temperatura y su población occidental ha disminuido en más del 99% desde la década de 1980. Los koalas dependen de los eucaliptos para obtener agua pero sus bosques están ardiendo en llamas.

La tasa de extinción actual estimada es mil veces más rápida que en anteriores extinciones masivas. Vivimos en una nueva era geológica llamada Antropoceno, caracterizada por una creciente influencia humana y los científicos han nombrado a esta acelerada pérdida de biodiversidad sin precedentes: la sexta extinción de especies.

Las soluciones más poderosas contra el cambio climático se encuentran en la resiliencia de la naturaleza, residen en la conservación de la biodiversidad y en la protección de los ecosistemas. Tan solo una ballena captura el mismo dióxido de carbono que unos mil árboles. Asimismo, los arrecifes de coral son considerados uno de los ecosistemas más diversos y valiosos del planeta, donde habita un millón de especies marinas y resurge la vida. Los lémures dependen de árboles como los manglares para prosperar, los cuales procesan y almacenan cuatro veces más carbono que una selva tropical. Además, los gorilas de montaña se están recuperando gracias a los esfuerzos de preservación de estas especies únicas y la salud de sus ecosistemas es clave para que la vida florezca y se abra paso. Somos conscientes de la urgente necesidad de proteger la flora y la fauna de nuestro planeta y contamos con soluciones climáticas naturales a nuestro alcance para salvar la biodiversidad, debemos actuar ahora.

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