Han pasado más de tres años desde que las mascarillas pasaron de ser un accesorio inusual -que en la España pre pandémica se llevaba alguna que otra mirada de desconfianza- a convertirse en un artículo indispensable para el día a día. Al menos, hasta el 20 de abril de 2022. 

Desde esa fecha, la obligatoriedad de su uso solo permaneció en centros médicos, residencias de la tercera edad y farmacias. Sin embargo, ahora la ocupación de camas en Intensivos por coronavirus está en el 0,99% de capacidad, y por ello el Ministerio de Sanidad considera que el país está preparado para deshacerse por completo de la mascarilla, que causa especial rechazo, sobre todo, en la época estival. 

La postura favorable de la mayoría de Comunidades Autónomas en relación con la retirada de esta medida -que es, tal vez, la más simbólica de la pandemia- llevará al Gobierno a publicar este martes en el Boletín Oficial del Estado una resolución que ponga fin al uso del cubrebocas en los lugares donde todavía era obligatorio, aunque seguirá habiendo excepciones

¿Dónde seguirán siendo obligatorias las mascarillas?

En un informe del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES), los expertos recomiendan “sustituir la norma que hasta ahora obligaba al uso de la mascarilla en determinados espacios para pasar al uso recomendado y de buenas prácticas”.

A raíz de ello, se espera que entre el jueves de esta primera semana de julio ya se pueda acudir a centros de salud -que incluían dentistas, clínicas de fisioterapia, hospitales y ambulatorios, entre otros-, farmacias y residencias sin mascarilla. Y es que el pasado 5 de mayo la Organización Mundial de la Salud declaró oficialmente el fin de la pandemia por Covid-19, lo que otorgó mayor libertad a los países para decidir cuándo y cómo eliminar las restricciones. 

No obstante, el Consejo de Ministros planea mantener la obligatoriedad del cubrebocas en las siguientes situaciones:

En las UCI de los hospitalesEn las unidades oncológicas de los centros sanitariosEn presencia de pacientes inmunodeprimidos o en estado muy grave

¿Siguen siendo útiles las mascarillas?

No ha pasado tanto tiempo desde que nos armábamos con varios packs de mascarillas y gel hidroalcohólico para poder salir a la calle. Y para la suerte de aquellos que aún tienen en sus casas rastros de estos artículos ya no tan necesarios, cabe destacar que no solo sirvieron para hacer frente a la pandemia, sino que pueden seguir utilizándose para protegerse de otros virus o enfermedades

Con el verano, llegan las acumulaciones de personas en estaciones de tren, aeropuertos y transportes públicos, y aunque el Covid-19 ya no se considere una amenaza para la salud pública, no está de más seguir siendo conscientes de los riesgos del contacto estrecho con otras personas. En este sentido, tras la pandemia, la comunidad científica estuvo de acuerdo en que el uso de la mascarilla nos protege del contagio de enfermedades respiratorias, provocadas en ocasiones por la secreción de microgotas de Flügge.

Además, sobre todo en países asiáticos, los cubrebocas se utilizaban de forma cotidiana antes de la pandemia para cuidarse de inhalar el aire contaminado de las ciudades. Y teniendo en cuenta que, según datos oficiales del 2023, la Comunidad de Madrid registra en su aire partículas en suspensión de monóxido y dióxido de carbono, azufre, ozono, metano y tolueno, entre otros, la idea de proteger de alguna forma nuestra salud frente a la polución no parece tan descabellada.

Por estas razones, si bien gran parte de la población española se muestra satisfecha con la decisión de alcanzar por fin el estado total de normalidad tras 2020, los expertos del CCAES insisten en que el uso de la mascarilla sigue siendo recomendable.

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