Puede dar la impresión de que estos dos busardos ratonerosButeo buteo-estuvieran a punto de darse un abrazo para cerrar una educada negociación por el territorio.

Sin embargo, nada más lejos de la realidad, la escena inmortalizada en esta imagen por la fotógrafa Larissa Rand en el bosque aledaño a la ciudad de Brabante, en los Países Bajos, representa la antesala de un una disputa que acabara implicando un intercambio de picotazos, garras al viento, y la pérdida de alguna que otra pluma por parte de los implicados. 

“Estos jóvenes busardos tienen que hacerse con su propio territorio y encontrar su lugar en el bosque, pero mientras aún son juveniles suelen permanecer cerca del lugar donde nacieron, lo que provoca que en ocasiones se encuentren accidentalmente», explica la autora.  «La mayoría de las veces, uno de ellos simplemente se irá volando, pero en otras situaciones buscarán la confrontación para demostrar quién es el más fuerte”.

Aunque el encuentro parece feroz, Rand optar por ver el lado cómico de la escena: resulta divertido observar cómo extienden sus alas, ya que parece que quieren darse un abrazo». El encuentro, sin embargo, en esta ocasión no acabará bien para uno de los dos contendientes, y resultará en una negociación por la fuerza tras la cual uno de ellos habrá de probar suerte en otro lugar. 

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