Cuando afrontas un reportaje fotográfico en exteriores o en algún lugar lejos de tu casa o estudio, es muy importante descargar las imágenes para no perderlas. Guardar correctamente tus fotografías es casi más importante que tomarlas, y para ello hay varios factores destacables que hay que tener en cuenta. 

Para empezar, hay que saber que, tanto en tarjetas de memoria como en discos duros, es mejor invertir en buen material que no llevarse luego las manos a la cabeza por la pérdida de un archivo fotográfico o de fotografías relevantes.

un equipo de confianza

Las tarjetas de memoria son el soporte que usa la cámara para almacenar las fotografías que se van realizando. Hay que contar con tarjetas fiables y de confianza para trabajar con tranquilidad, siempre teniendo en cuenta la capacidad de almacenamiento y la tasa de transferencia o velocidad de transferencia.

Lo ideal sería que la tarjeta tuviese una capacidad de entre 64 gb a 128 gb, ya que hoy en día las cámaras cada vez tienen más resolución y necesitan más espacio para guardar las imágenes o vídeos. Sin embargo, el espacio de almacenamiento requerido dependerá también de los métodos del fotógrafo y del equipo y cámara que utilice.

la velocidad marca la diferencia

En la fotografía, la velocidad es un aspecto que se debe dominar para conseguir resultados excepcionales, y esto se aplica también a la hora de almacenar fotografías. Es muy importante conseguir en nuestros dispositivos de guardado una tasa de transferencia elevada, ya que de otro modo la cámara podría quedarse colgada justo en el momento más crucial de la sesión.

más vale prevenir que curar

Antes de una sesión fotográfica, sobre todo lejos de casa o del estudio, deberíamos prever la cantidad de fotografías que queremos realizar. En ocasiones en que nos desplazamos para pasar varios días fotografiando o realizando varias sesiones fotográficas, deberíamos asegurarnos de llevar con nosotros uno o varios discos duros en la bolsa del material. 

Aunque lo parezca, esto todavía no es suficiente. Para asegurar completamente el guardado de nuestras fotografías deberemos duplicar el número de discos duros que equipamos, para así poder realizar por lo menos una copia seguridad de las fotografías hechas esos días.

Existen en el mercado discos duros que caben en el bolsillo del pantalón, con gran capacidad de almacenaje y mucha resistencia a golpes e incluso al polvo.

método a seguir

Para asegurar el éxito en el almacenamiento de fotografías, se debe combinar un buen material con un método sólido a seguir.

Un buen sistema de trabajo en este caso consistiría en, primero, descargar las imágenes en los discos duros y ordenarlas en carpetas por cada día de trabajo fotográfico. Después de asegurar el guardado de las fotografías, se debería formatear la tarjeta de memoria de la cámara una vez se empieza una nueva sesión o reportaje fotográfico.

De este modo no se mezclan trabajos y la organización y limpieza irán a favor del fotógrafo a la hora de editar el material.

TRUCOS:

Invertir en buen material evitará la pérdida de fotografíasElegir tarjetas de memoria con capacidad alta y buena tasa de transferenciaSiempre llevar discos duros de sobra para realizar copias de seguridad

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